María Barrios

Para María Eugenia Barrios Alemán, embajadora de Honduras en República Dominicana, su país es un regalo por parte de Dios para todos sus pobladores. Una nación de amor y entrega. Honduras es reconocido en Latinoamérica por su cultura artesanal, la cual contribuye de manera significativa a su economía.

Trayectoria El camino por recorrer fue largo. En 1996 llega a la tierra que la acogió desde el primer momento de buena manera. Antes de su arribo se desempeñaba como médico general, y es cuando decide venir a República Dominicana a realizar sus estudios de dermatología.

“Llegué como una persona común a sacar la especialidad de dermatología y en ese momento tuve la oportunidad de conocer muy de cerca al pueblo dominicano”, cuenta.

Con sonrisas en su rostro dice: “Lo más trascendental fue que hice una familia aquí, me casé con un dominicano y tuvimos una bella hija, en otras palabras fortalecí los lazos propiamente dichos”.

En sus inicios trabajaba como hondureña en la embajada de forma honoraria, comprometida por el amor que le tenía a su país.

“Entendí que en mi tiempo libre podía hacer presencia en la embajada y colaborar, pues esto de alguna manera me motivó a darme cuenta que podía seguir haciendo cosas más positivas por mi país, pero jamás imaginé que en algún momento dado se me iba a presentar la oportunidad de estar en este puesto”.

Barrios dice que luego de la crisis política que vivió su Honduras en 2009 es que se le da la oportunidad de fungir como jefa de misión y obviamente con mucho agrado y con el alto honor que embiste ser embajador pues aceptó el reto. “Los retos llegan cuando uno menos se lo imagina, pero lo importante es tener la disposición y actitud positiva que todo momento”.

Fue en 2010 cuando presentó credenciales ante el presidente para delegar la función de embajadora.

“Muchas veces las oportunidades llegan y dejamos que se diluyan por tener temor a que puedan pasar cosas que no sabemos, lo importante es estar seguro de uno mismo y saber que podemos dar lo mejor de nosotros”, dice la diplomática.

Rol de mujer Cuando se piensa en una mujer desempeñando la labor de representante de un país, se puede llegar a tener ciertos prejuicios, pero para María Eugenia Barrios cada situación se puede rebasar con amor, decoro y ahínco, todo dependiendo del interés que se tenga en ese momento. “Las barreras siempre van a existir, pero no se debe pensar en el problema, sino en la solución”, sostiene.

Cuando LISTIN DIARIO le preguntó sobre cómo hace para conllevar los tres roles de ser madre, esposa y el trabajo, con tono de seguridad dice que: “Es un reto, pero ser mujer es un regalo, pues se tiene la oportunidad de hacer muchas cosas al mismo tiempo. Saber organizarse, estructurarse en la vida diaria y priorizar me ayuda a estabilizar los roles”.

“Las mujeres somos seres muy disciplinados, tener todo bajo control, esa hegemonía nos permite abrirnos un poco más y en esencia todo es servicio, es el máximo honor”, dice Barrios.

Labores sociales Dentro de la misión diplomática cuenta que se ha involucrado en varias áreas. Colaborando en la parte educativa.

En la actualidad la embajada está trabajando junto al proyecto de alfabetización “Quisqueya Aprende Contigo”.

La diplomática desarrolla acciones con dos núcleos de personas de escasos recursos. “Otra de las labores sociales en las que nos hemos involucrado es en apadrinar la Escuela General Antonio Duvergé, que está en sector de Honduras, lugar que lleva el nombre de nuestro país. Años atrás habíamos colaborado con la escuela República de Honduras”.

Añoranza Con nostalgia cuenta que extraña a su familia. Resalta una característica especial de los hondureños “ El hondureño es familiar, pasivo, expresivo, con solo una mirada te das cuenta de su interioridad”.

ENTRE SONRISAS JUNTO A SU HIJA MARIELA PEÑA FAMILIA. Al hablar de su hija resalta que es una adolescente con la paciencia de un adulto. Médico de profesión, Bienvenido Peña, es el esposo de María Eugenia, lo describe como un excelente cirujano torácico, símbolo en este país, por haber traspasado fronteras. Cuenta que desde que inició fue la persona que le dio el sí de seguir adelante.

“Fue quien desde el inicio me apoyó y que en cada minuto de mi vida es mi mano derecha, mucho más en esta misión diplomática”. “Lleva la palabra de embajador consorte muy bien puesta, porque me colabora en un 100%, me siento muy bien respaldada”, dice María Eugenia Barrios.