¡Emprender no tiene edad!

¡Hola, buenos días! Bajo la bendición divina de nuestro Señor Jesús nos encontramos como cada semana... Por años le he dado seguimiento al desarrollo de emprender en nuestro país, porque me apasiona, reconozco que en los últimos tiempos para muchas personas esta es una herramienta de moda, en discursos, entrevistas y como solución a nuestros males para salir adelante, sin embargo siempre he valorado cómo nuestros campesinos son los más expertos en el tema, quizá sin proponérselo, ni acuñar el término. Yo en particular soy testigo de las diferentes necesidades o situaciones que tenemos que vivir y afrontar los seres humanos y no tenemos otra opción que reinventarnos, crear y salir adelante con las técnicas que nos ofrecen estos tiempos.Traigo este tema a colación, no típico en este espacio, debido a que asistimos a la Cumbre del Emprendimiento, un día completo entre exposiciones, temas e interrogantes... Reunir en un mismo escenario a cuatro motivadores de visión distinta y que cada uno produjera sensaciones desde su punto de vista en los asistentes fue una gran labor, pues aunque el mercadeo personal no se quedó guardado, cada exponente dejó sus aportes entre los presentes. Así que no importó la posición, ni las ideas para crear que viajaban en nuestra mente, sino el deseo de dar forma y completar conocimientos de gerentes, directores, microempresarios, profesionales, estudiantes y emprendedores, que asistimos con la intensión de tomar de la sapiencia de los exponentes, conocer de sus éxitos, así como tener una visión de su mundo empresarial con la intensión de dar riendas sueltas a la materialización y expansión de nuestros proyectos de negocios o personales. El primero en hacer contacto con los asistentes fue Julio Bevione, un comunicador, de palabras llanas, simples ideas que motivan el alma. Luego siguió el turno de Roberto Carlos, un hombre con encanto natural, empresario, emprendedor, autor y creador del Factor WOW. Alex Dey es pionero de la motivación y un gurú en ventas, me encantaron su personalidad, su juego de palabras y hasta las molestosas muletillas que usa “¿si o no”? La cumbre terminó con la participación de Tania Báez en su rol de conferencista internacional, coaching y neuroliderazgo. Báez, hizo un mini #VoyPorMas que sirvió para finiquitar en la maximización de nuestros potenciales al tiempo que pudimos identificar nuestras pasiones. Finalmente lo que me quedó claro es que emprender no tiene edad, sino disposición para lograr nuestras metas, no es poner un negocio, sino crearlo bajo una necesidad de usted o de su entorno. Cada vez que participo en este tipo de eventos confirmo mi teoría sobre los campesinos y el emprendedurismo, quienes con pocos estudios, limitaciones de herramientas convierten sus territorios en tierras productivas. Será hasta la próxima con la anuencia de Dios.