La etnia uigur, en lucha permanente

El Turquestán Oriental, es una región de la República Popular China poblada por la etnia de los uigures, que conforma apenas un 9% de los 1,350 millones de habitantes chinos, pertenecientes en su mayoría a la etnia han.

El conflicto con China data del año 1933, cuando la rebelión de los uigures logró establecerse en el Turquestán Oriental, aunque posteriormente, y con la ayuda soviética, la región volvió a ser sometida por Pekín.

Los uigures practican la religión musulmana, su lengua es de origen turco y el alfabeto que reconocen es el árabe, toda una mezcla diferente en el mundo oriental.

Xianjuang, formalmente denominada Región Autónoma Uigur, es el lugar donde habitan, junto con otras minoría musulmana en la capital, Urumqi, según un artículo del diario español El País.

China, al igual que hizo el líder soviético Josef Stalin, para evitar el nacionalismo, envió personal de la etnia han para la mezcla racial. Sin embargo, los ideales de los uigures permanecen y han luchado contra la “hanización” de su cultura, y aunque internamente apenas conforman un 45% de la población de Xinjiang, tienen una amplia diápora diseminada por el mundo.

No solo están en los países vecinos, como Uzbekistán, Kirguizistán y Kazajistán, también se encuentran en amplios sectores en Europa y Estados Unidos.

La lucha por los ideales de independencia no se ha detenido y el conflicto no solo ha sido con China. La etnia también tiene disparidades con Turquía, a pesar de que Ankara es una de las naciones que acepta a migrantes uigures, por coincidencia de lengua y cultura. El medio de lucha son los atentados, sin importar los medios, razón por la cual algunos relacionan el movimiento independentista uigur con los seguidores del Ejército Islámico.

Mientras, China mantiene el control del conflicto étnico, en tanto las acciones violentas suceden ocasionalmente.