VÍCTIMA DE VIOLENCIA
Mujer a la que arrancaron los ojos demandará a Estado chileno ante la CIDH
Nabila Rifo, la mujer a la que su pareja le arrancó los ojos, anunció ayer que demandará al Estado de Chile ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), para revertir la decisión de la Corte Suprema que rebajó la condena a su agresor al desestimar el delito de feminicidio frustrado.
"Es mi deber. Lo que me pasó a mí no le pasa a cualquiera. Lo que dictaron los jueces (de la Corte Suprema) es una injusticia", declaró ayer Nabila Rifo a radio Cooperativa.
El pasado 11 de julio, la Corte Suprema acordó, en fallo dividido, rebajar de 26 a 18 años la condena de prisión dictada contra Mauricio Ortega, autor de la agresión, ocurrida el 14 de mayo de 2016 en la ciudad de Coyhaique, a 1.700 kilómetros al sur de Santiago.
El pasado 2 de mayo, el Tribunal Oral en Lo Penal de Coyhaique consideró que el ataque fue un feminicidio frustrado. Sin embargo, la Corte Suprema, al revisar la sentencia, estimo que Ortega no había tenido intención de quitarle la vida.
La resolución de la Suprema, que es inapelable, establece que Ortega deberá pasar en prisión doce años por el delito de lesiones gravísimas, cuatro años por lesiones graves y 541 días por violación de morada.
Ante esta decisión, Nabila Rifo anunció ayer que se reunirá con un grupo de legisladores de la Nueva Mayoría, la coalición gobernante, para preparar el recurso que presentarán ante la CIDH a comienzos del mes de agosto.
Además, la Cámara de Diputados sopesa la posibilidad de invitar a Rifo a la Comisión de Derechos Humanos para brindarle apoyo y asesorarla en caso de que finalmente resuelva acudir a la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
El caso de Nabila Rifo ha conmocionado a la ciudadanía y ha provocado una condena generalizada, incluido el propio Gobierno. Asimismo, organizaciones de defensa y promoción de los derechos de la mujer han protagonizado movilizaciones en contra de la violencia machista.
La sentencia de la Corte Suprema también fue rechazada ampliamente por la sociedad chilena y provocó un repudio generalizado por la crudeza y la brutalidad de la agresión contra la joven.
Durante el juicio quedó acreditado que Mauricio Ortega golpeó con dos piedras en la cabeza a Nabila Rifo antes de sacarle los ojos, y luego la dejó abandonada y moribunda de madrugada en la vía pública, en una ciudad donde las temperaturas invernales se sitúan por debajo de los cero grados.