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MARCHA

Violentas protestas contra el Tribunal Supremo en Caracas

LA CÉNTRICA PLAZA VENEZUELA, PUNTO DE PARTIDA DE LA MARCHA, HABÍA SIDO TOMADA DESDE LA MADRUGADA POR CIENTOS DE GUARDIAS NACIONALES Y POLICÍAS

Gases. El diputado José Guaidó (d) es afectado por gas lacrimógeno frente a integrantes de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) durante una manifestación ayer, que intentaba marchar hacia el Parlamento en apoyo a la destitución de los magistrados del Supremo.

Gases. El diputado José Guaidó (d) es afectado por gas lacrimógeno frente a integrantes de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) durante una manifestación ayer, que intentaba marchar hacia el Parlamento en apoyo a la destitución de los magistrados del Supremo.

La policía dispersó ayer a miles de manifestantes con gases lacrimógenos, balas de goma y chorros de agua que eran lanzados desde dos camiones cisternas. Las protestas callejeras dejaron al menos nueve heridos, uno de ellos por disparo de arma de fuego.

Por más de una hora, centenares de personas, algunas de ellas con los rostros cubiertos con telas y máscaras, resistieron la acción de los cuerpos de seguridad y les respondieron lanzándoles piedras y otros objetos.

Algunos opositores se enfrentaron a golpes con policías y les arrancaron los escudos de protección. Desde algunos edificios pertenecientes al gobierno, donde habitan familias pobres, algunos comenzaron a lanzar botellas contra los manifestantes.

Quienes marchaban en Caracas protestaban por la tensión política desatada por la decisión del Tribunal Supremo, luego revertida, de asumir los poderes del Congreso y limitar la inmunidad de los legisladores.

La céntrica Plaza Venezuela, punto de partida de la marcha, había sido tomada desde la madrugada por cientos de guardias nacionales y policías que bloquearon los accesos e instalaron cinco tanquetas y cuatro camiones cisternas para impedir la manifestación, que no posee permiso de las autoridades.

Los manifestantes decidieron entonces marchar por las calles aledañas a la plaza al grito de "íElecciones ya!", pero su paso fue interrumpido por las fuerzas de seguridad, que trataron de dispersarlos.

"En qué país del mundo se ha visto que uno va un mercado a comprar papel higiénico y no hay. Estamos cansados de pasarla tan mal. Queremos que se cumpla con la constitución, que vayamos a elecciones y se respete la separación de poderes", afirmó Jorge Colmenares, un administrador de 52 años, mientras caminaba en la marcha y levantaba una bandera venezolana.

Durante la protesta, el presidente de la Asamblea Nacional, diputado Julio Borges, fue agredido por los cuerpos de seguridad. Le rociaron gas pimienta en el rostro y perdió temporalmente la visión, indicó su partido en un comunicado.

En tanto, centenares de opositores bloquearon por más de una hora la principal autopista, que enlaza el este y oeste de la capital venezolana, generando caos vehicular. Varias decenas de guardias nacionales utilizaron gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes.

El alcalde opositor del municipio capitalino de Chacao, Ramón Muchacho, dijo a The Associated Press que las protestas de este martes dejaron al menos nueve heridos, ocho por golpes y asfixia, y uno por un disparo de arma de fuego, que recibió en un muslo. Muchacho indicó que éste último le relató que recibió el impacto cuando se desplazaba por la avenida Libertador y observó que algunos policías comenzaron a lanzar disparos al aire. Poco después sintió la herida.

En respuesta a la marcha opositora, varios centenares de seguidores del gobierno, miembros de las milicias y empleados públicos vestidos con sus características camisas rojas, salieron a marchar en el centro de la capital en apoyo al presidente Nicolás Maduro.

Horas después, el gobernante afirmó que en Venezuela está en construcción el socialismo y los venezolanos. "No debemos dejarnos torcer el rumbo por cuatro oligarcas, desesperados, vende patria", dijo en discurso desde la población rural del estado Apure, al extremo sur del país. Acto seguido, dirigiéndose al sector militar, Maduro afirmó que sus opositores —que según él operan bajo lineamientos de Estados Unidos— recibieron la orden de provocar hechos violentos para "justificar una intervención" extranjera.

"Hermanos militares... Escúchenme bien porque estamos en batalla, desde el norte (Estados Unidos) le dieron la orden a la derecha fascista derrotada de Venezuela de llenar las calles de Venezuela de violencia y de sangre", afirmó.

"Hoy intentaron, de manera fallida, llenar las calles de Caracas" de violencia, "y yo puedo decir a esta hora, una vez más, 4 de abril, triunfó la paz", agregó. La protesta de los opositores también fue objetada por el número dos del oficialismo, diputado Diosdado Cabello, quien acusó a los sectores adversos de promover un golpe de Estado. "Todo aquel traidor a la patria debe ser tratado como enemigo en nuestro territorio", agregó el dirigente.

Al anochecer, en una rueda de prensa, la alianza opositora afirmó que van seguir "presionando en todos los escenarios, dentro y fuera de Venezuela, en las calles" para restituir el hilo constitucional. "El gobierno miente al decir que en Venezuela hay normalidad.

En Venezuela se rompió, se fracturó la constitución y la democracia", dijo el diputado Julio Borges a la prensa. "La sentencia inconstitucional aún otorga poderes excepcionales a Maduro".

De acuerdo con cifras preliminares de la alianza opositora, "tenemos más de una docena de presos en este momento, un herido de bala y más de 50 heridos, seis de ellos atendidos tras sufrir fracturas". El resto, se dijo, fue tratado con "problemas de contusiones y asfixia" sufrida a consecuencia de las bombas lacrimógenas que utilizaron los cuerpos de seguridad.

La oposición plantea que para superar la crisis es necesario que sean convocadas elecciones, se designe un Tribunal Supremo "independiente" y se retiren las 56 sentencias emitidas por el máximo Tribunal contra la Asamblea Nacional en los últimos 15 meses.

El Congreso postergó para el miércoles una sesión especial en la que debatirá la remoción de los siete magistrados de la Sala Constitucional, a quienes señalan de haber violado la constitución al emitir la semana pasada dos sentencias en las que asumían las competencias legislativas y limitaban la inmunidad de los diputados.

Es poco probable que prospere el proceso contra los miembros del Tribunal Supremo, vinculados al oficialismo, ya que la única instancia que puede abrirles una investigación es el Poder Ciudadano que integran la Fiscalía General, la Contraloría General y la Defensoría del Pueblo, organismos también señalados de estar controlados por el gobierno.

Aunque los magistrados modificaron el sábado las sentencias contra el Congreso la crisis política no ha logrado disiparse ni las críticas desde el exterior.

El Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos (OEA) aprobó la víspera una resolución que declara la violación del orden constitucional en Venezuela. Al rechazar la resolución, el presidente Nicolás Maduro señaló a la OEA de actuar como un "tribunal de inquisición" y promover el "intervencionismo" en el país sudamericano.

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