Huracán

La tragedia que está sufriendo la ciudad de Houston, Texas, no solo nos tiene con el alma en vilo, sino que nos recuerda que en cualquier momento nosotros podemos ser víctimas de un devastador ciclón. Emma le tiene terror a estos fenómenos atmosféricos que todos los años nos alarman y nos ponen a temblar. Afortunadamente no hemos sido víctimas de sus furias destructoras, en los últimos años, lo cual no quiere decir que uno de esos fenómenos no se pueda colar en nuestro territorio. Mi morena cocinera ha observado las terribles inundaciones y el rescate de las personas en la ciudad norteamericana. Le ha llamado poderosamente la atención la solidaridad que demuestran los ciudadanos, tratando de rescatar a sus conciudadanos. Gente común y corriente que no tiene ningún cargo en el aparato gubernamental, se dedica a ayudar sacando víctimas de sus casas inundadas, recogiendo personas con el agua al cuello en sus botes que en muchos casos, proceden de otras ciudades. En medio de la tristeza, es un hermoso gesto de calidez humana. Nunca estamos preparados para soportar los destructores huracanes, su furia sobrepasa todo lo que podemos hacer para contrarrestarlos, solo podemos prevenir la pérdida de vidas humanas por medio de refugios sólidos y ejercer la prudencia. En casa afortunadamente tengo a Emma, ¡especialista en prevención de desastres!