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SALUD

Cómo cuidar tu alimentación al viajar

CONSEJOS PARA PREVENIR ENFERMEDADES

Los alimentos y el agua contaminada transmiten cerca de 200 enfermedades, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), que advierte que 240,000 personas fallecen cada año en el mundo por esta causa.

La forma más sencilla de prevenir este tipo de complicaciones consiste en adoptar, durante la manipulación y preparación de los alimentos, medidas de higiene que aseguren la inocuidad de estos.

Pero velar por la inocuidad alimentaria se torna complicado para los viajeros. Por lo general, los turistas no tienen control absoluto sobre las comidas que ingieren, ni sobre aspectos como su procedencia o forma de preparación.

¿Significa esto que no existe nada que puedas hacer para preservar tu salud cuando te encuentres de viaje? No necesariamente.

Claves Como parte de su estrategia mundial “Cinco claves para la inocuidad de los alimentos”, la OMS desarrolló una serie de recomendaciones para los viajeros.

Los consejos se basan en los mismos criterios de la campaña del Día Mundial de la Salud del año 2015: mantener la limpieza, separar los alimentos crudos de los cocidos, cocinar completamente los alimentos, conservar los alimentos a temperaturas seguras y consumir alimentos y agua salubres.

Estas recomendaciones tal vez no eliminen en un ciento por ciento la posibilidad de enfermarse por la ingesta de comida o agua contaminada, pero sí reducen de manera considerable este riesgo.

EN RIESGO CUIDADO El grupo más vulnerable a las enfermedades transmitidas por los alimentos lo componen los niños, los ancianos, las mujeres embarazadas y las personas con alguna condición médica que comprometa su sistema inmunológico.

Por eso, al salir de viaje con tus pequeños o con adultos mayores debes extremar los cuidados que tomas para elegir sus comidas.

Como reza el viejo dicho, es mejor prevenir que lamentar.

Cuida tu salud: elige bien lo que comes al estar de viaje Quien no camina por las calles de un destino ni prueba la comida típica del lugar, no ha hecho verdadero turismo. Pero quien, en su ansia de “comerse” el mundo, prueba absolutamente todo lo que se le pone al frente corre el riesgo de pasar un rato amargo.

Los alimentos y el agua pueden estar contaminados con bacterias, parásitos y virus que afectan la salud del ser humano.

“La gran mayoría de las personas contraerá una enfermedad transmitida por los alimentos o el agua en algún momento de su vida”, advierte la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre un problema que afecta a cientos de miles de personas cada año y que puede llegar a ser mortal.

Por eso, si viajas a otro país, debes tomar algunas medidas de prevención a la hora de comer. Esto aplica sin importar el destino al que te dirijas porque, como dice el dicho, dondequiera se cuecen habas (el reciente escándalo de los huevos contaminados con insecticida, en Europa, lo demuestra).

La “Guía para los viajeros sobre la inocuidad de los alimentos”, elaborada por la OMS, resume una serie recomendaciones para ayudarte a evitar la comida y bebida insalubre. Son cinco sencillos consejos que aquí se te presentan:

Los microorganismos se pueden multiplicar rápidamente en los alimentos que se mantienen a temperatura ambiente. Si se mantienen refrigerados o en hielo (a temperaturas inferiores a los 5∞ C) o extremadamente calientes (a temperaturas superiores a los 60∞) se disminuye o detiene el crecimiento de microorganismos.

Para beber, el agua embotellada es la opción menos arriesgada si tienes acceso a ella; de todos modos, revisa el cierre inviolable para comprobar que no haya sido alterado. Cuando tengas dudas sobre la salubridad del agua, hiérvela; esto matará todos los microorganismos peligrosos. Si no es posible hervir el agua, se puede recurrir al microfiltrado y a desinfectantes como las tabletas de yodo. Las bebidas embotelladas o envasadas de otro modo por lo general se pueden beber sin riesgo.

Los platos que contienen huevos crudos o poco cocinados, como la mayonesa casera, algunas salsas y algunos postres (por ejemplo, una mousse) pueden ser peligrosos. Los alimentos crudos pueden contener microorganismos dañinos y contaminar los alimentos cocidos por contacto directo. De esta manera, se podrían volver a introducir bacterias que causan enfermedades en alimentos ya cocidos y salubres.

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