¿Un lugar donde comer? ¡Hay tantos en la capital!

Santo Domingo crece y aumentan los lugares donde comer. Desde aquellos populares donde venden ‘junk food’ (prefiero dejar en inglés la denominación porque en español suena un tanto despectiva) hasta los restaurantes de alta categoría. En el país todavía, si no estoy errada, no hay clasificación en tenedores. Tampoco hay estrellas Michelin, aunque desde hace poco Santo Domingo es Capital de la Gastronomía del Caribe.

Encontrar un ambiente agradable con comida apetecible y precio asequible no es difícil. Depende del presupuesto y preferencias. Como dice el refrán, para los gustos se hicieron los colores. Refiriéndonos a lugares para comer, el abanico es amplio y diverso. No aludo ahora a sitios de lujo, sino a dos lugares con platos tradicionales de otros países en los cuales su decoración predispone a compartir: la trattoria Il Capriccio, ubicada en el centro comercial Acrópolis, y Casa Mencía, en los Jardines del Embajador. Este último denominado ahora Gloria Bendita, según su factura y un letrero en su interior. En la fachada mantiene Casa Mencía. No lo entiendo.

A Il Capriccio acudo un domingo con mi hijo Alexis. En su interior resalta el encanto informal de las trattorias italianas, con sus manteles de cuadros blancos y rojos y detalles en madera que dan un toque especial. Por la hora, todavía está vacía. Me recuerda las trattorias donde comía cuando viajaba a Italia. Sin embargo, en lugar de pedir pasta que es lo típico italiano, me inclino por unas crepes, que están vistas como parte de la cocina francesa. Las crepes de maíz y queso (RD$ 450.00) tienen la masa suave y muy buen sabor. Considero empero que vienen con demasiada salsa. Aun así, me encantan. Las acompaño con un jugo de chinola (RD$ 97.65). Mi hijo Alexis, en cambio, sí se decanta por una típica comida italiana: la pizza Margherita (RD$ 315.00). Las porciones para una persona alcanzan para dos que no coman demasiado. Pide limonada frozen (RD$ 100.00). Con impuestos y propina legal, RD$ 1,232.00. Quedamos satisfechos.

Otra salida dominical Otro domingo, con Alexis y mi nieto Axel voy a Casa Mencía. Lecambiaron el nombre por Gloria Bendita, aunque en su fachada sigue siendo Mencía. Entre terraza o salón con aire acondicionado, elegimos el salón, en cuyas paredes abundan fotografías relacionadas con los hermosos caballos andaluces. No enfría mucho el aire acondicionado a nuestra espalda. Aun así, no paso calor. Hoy ofrecen un par de platos especiales de la cocina española. Elijo pierna de cordero (RD$ 1,100.00). Está deliciosa, pero trae tanta carne que sólo alcanzo a comer la mitad. El resto va para casa. Lo pido acompañado de papas salteadas. Axel ordena churrasco Angus 8 onzas (RD$ 850.00), ‘medium done’, con papas fritas. Lo traen ‘well done’. Aunque frustrado, decide comerlo y no esperar a que preparen otro. Alexis quiere rissoto de churrasco con hongos (RD$ 650.00). No le convence. Con dos copas de vino (RD$ 500.00), un agua mineral (RD$ 60.00), impuestos y propina legal, la cuenta asciende a RD$ 4,044.80.

¿Y para el postre? En cuanto a postres, en restaurantes ya no pido. Casi todos, sobre todo los más sabrosos, están hechos con ingredientes que aumentan el colesterol malo. Cuido mi salud.