Andrés Pastoriza, Padre del Rotarismo Dominicano

Hurgando el libro 100 años de Rotary International y 62 de Rotarismo Dominicano de los esposos y rotarios Rudyard y Margarita de Montás, editado en la ocasión del primero en ser Gobernador del Distrito en el 2004/05 cuando Rotary cumplía su primer centenario y en el país se festejaban el 62 aniversario de sus inicios, nos encontramos con que gracias a don Andrés Pastoriza Valverde fue que se sembró y además floreció en la sociedad esta institución de servicio.

Don Andrés fue un hombre excepcional, diplomático de Trujillo y con una maravillosa capacidad para lidiar a favor de objetivos donde la sana y altruista finalidad le daban la razón y, por demás superaba cualquier desmotivación, a pesar de que debía convencer a un megalómano dictador con un poder omnímodo.

Para introducir el rotarismo de Cuba (primer país hispanohablante que fundó un Club Rotario. Fue en el 1916) vino el doctor Manuel Galigarcia, a la sazón Director de Rotary, con la encomienda de apoyar al doctor Pastoriza en su intención de hablar y convencer al presidente dominicano de permitir el ingreso del Rotarismo en esta cerrada sociedad. Don Andrés gozaba de la estima del gobernante y su compañero de propósito tenía una extraordinaria sagacidad y elocuencia, logrando revertir su negativa y obtener la aprobación.

En unas memorias del doctor Pastoriza narra: “Después de explicar ampliamente al Presidente la finalidad de Rotary, que es cultivar la amistad y el compañerismo tanto nacional como internacional y, ayudar a los más necesitados, este respondió: la primera parte es muy buena, necesitamos amigos, pero en cuanto a la segunda, en el país a los pobres los ayudo yo (el Gobierno). Frente a esa respuesta, Galigarcia, que conocía el nacionalismo de Trujillo, arguyó: Jefe, desde la fundación del Club Rotario de La Habana, en la colección de banderas que engalana la mesa presidencial, hay un hueco al lado de la bandera cubana y es que en el sentir de cada miembro de ese club, ese sitial debe ser para la bandera dominicana. Y por qué no la ponen? Preguntó el Presidente. Porque sólo las banderas de los países donde existe Rotary pueden figurar allí. A lo que con altivez Trujillo respondió: Pues que se haga el Club Rotario, para que se ponga la bandera dominicana”.

Así nace el Rotary Club Ciudad Trujillo, con carta constitutiva emitida por Rotary el 18 de febrero de 1943 y acto inaugural el 27 de ese mismo mes y año, día de la Independencia Nacional. 36 personalidades de la vida social pública y privada dominicana fueron sus fundadores. El doctor Andrés Pastoriza siguió en sus aprestos de expandir a Rotary con un singular entusiasmo y es así como nacen clubes en Santiago, San Pedro, Puerto Plata, San Francisco, San Cristóbal y como la verdolaga el rotarismo tiene incidencia en todo el país.

Hoy, a la vuelta de 74 años, contamos con Clubes Rotarios, Rotaract (jóvenes de 18 a 30 años), Interact (instancia juvenil de 13 a 17 años) y Grupos Rotarios de Fomento a la Comunidad, con una envidiable hoja de servicios a las comunidades a favor del desarrollo de los pueblos. Es así como nos enorgullece la fundación de la Asociación Dominicana de Rehabilitación (doña Mery siempre relata que a través de su esposo Celso, miembro del club, introdujo la moción después de nacer afectado su hijo del mismo nombre de la terrible enfermedad del polio). Debemos decir en esta parte que Rotary es quien inicia y motoriza en el mundo la erradicación de la polio y hoy sólo quedan tres países por su definitiva erradicación: Pakistán, Afganistán y Nigeria.

Hemos aportado clínicas, escuelas, participado en la fundación de universidades e instituciones empresariales, planes de becas internacionales estudiantiles, salas de cirugías, clínicas dentales, salas de costura, operativos médicos, parques, medicinas a hospitales, etc., etc.

Los rotarios dominicanos nos sentimos en deuda permanente con don Andrés Pastoriza Valverde, pues fue un convencido y persistente rotario que con extraordinaria lucidez vio el aporte que esta institución haría al pueblo dominicano y no podía flaquear en su objetivo. Hoy tiene el programa una propuesta al Alcalde David Collado para colocar un busto en la Plazoleta Rotaria, cita en la avenida George Washington, como justo y merecido homenaje a un cabal ciudadano y eximio hombre de bien.