¿Vives en la mentira o en la verdad?

¿De qué estás llenando tu corazón?, pues no es cualquier conocimiento el que te liberta, sino más bien el conocimiento de la verdad. Pero, ¿cómo podemos diferenciar la mentira de la verdad? Todo lo que nos roba la paz, que nos produce ansiedad, que nos mantiene agobiados, perturbados, enojados, estancados, con miedo... habla de mentiras; contrario a esto, lo que nos hace sentir seguros, tranquilos, con paz, aun cuando tengamos problemas, que no nos añade desgracia o tropezones sin propósito es señal de la verdad. La libertad, la sabiduría y la verdad son hermanas; la esclavitud, la necedad y la mentira, también. Si queremos ser verdaderamente libres, cada día debemos aferrarnos a la verdad; que sea éste un principio que nos identifique. Quien ama la verdad, ama la vida; quien ama la mentira, ama la muerte. La verdad nos hace libre, pero la mentira esclaviza. Jesús dijo: “Yo soy la verdad”.