KAIRÓS
Dios es quien quita la sed
“Mi alma tiene sed de ti, Dios vivo”. Cuando alguien ha saboreado la presencia de Dios en su vida ya no cabe hablar de una orfandad espiritual que nos priva de la gracia divina. Dios siempre brinda su amor, y una promesa de acción de gracias al Dios vivo da paso a que bebamos del agua que nos da, y que nunca más volvamos a tener sed.