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Turismo

Cuatro entretenidas horas en la Zona Colonial

La ciudad colonial más antigua de América se esmera en proyectar más que edificios antiguos. Entre sus atractivos se encuentran un museo de cera, un restaurante-invernadero y un local que combina café, librería y galería.

Patio. Bustos de héroes y heroínas de la Independencia en el patio que separa el museo de la casa de Duarte.

Patio. Bustos de héroes y heroínas de la Independencia en el patio que separa el museo de la casa de Duarte.

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Carmenchu BrusíloffSanto Domingo

Con mi hijo Alexis enfilo hacia la Zona Colonial, pero no a visitar monumentos ni lugares que ya conozco. Me sugiere el Museo de Cera de Duarte. Debe ser aburrido, comento, pero hacia allá vamos. Cruzamos la plaza del reloj del sol, atravesamos la plaza detrás del magnífico Centro Cultural de las Telecomunicaciones y llegamos a la calle Isabel la Católica. ¿Cuánto cuesta la entrada? “Todavía es gratis. Después quizás cobremos”. ¡Qué buena noticia! Eso sí, nos advierten que está prohibido tomar fotos.

Para hacer el recorrido con un guía hay que esperar a otros visitantes. En este caso, dos parejas jóvenes con sus hijas pequeñas. Las exhibiciones en lugar de hacerme bostezar me sorprenden positivamente. Las escenas, que empiezan con el Bautismo de Duarte, representan a los personajes en figuras de cera admirablemente realizadas por Juan Gilberto Núñez, creador de la Fundación Luz y Sombras. Las niñas en el grupo visitante miran con ojos de curiosidad y hacen preguntas sumamente interesantes.

Entre los objetos, en una vitrina se exhibe aislada la pila de bautismo donde fue bautizado el Padre de la Patria, y entre los documentos que son copia de los originales (el guía desconoce qué institución los custodia, aunque suponemos que será el Archivo General de la Nación) llama la atención el pasaporte de Duarte firmado por Pedro Santana. La historia parece un juego de contradicciones. Aquel hombre bohemio que tocaba guitarra y escribía poesía: el independentista Juan Pablo Duarte. Y el otro militar, hombre fuerte y dictador: Pedro Santana: anexionista. En una que otra pared hay algún cuadro de gran tamaño representando momentos importantes relacionados con la Independencia, aunque la penumbra que rodea a uno de ellos apenas permite imaginar lo que en éste acontece.

Un patio de amplia extensión donde se exhiben bustos de héroes de la Patria es el paso intermedio para entrar a la casa de la familia Duarte Díez, donde se mantiene una mesa circular original que estuvo en este hogar. El resto son muebles que reproducen el estilo de aquellos tiempos.

Terminado el recorrido vamos en auto hasta Mamey, un local que integra cafetería, librería y galerías para exhibiciones de arte. A la fecha (el pasado Sábado Santo) atrapó mi atención un par de preciosos vitrales. Su autor: Rincón Mora. El amplio patio interior y las áreas techadas son un lugar de encuentro para jóvenes y adultos, especialmente en las noches. Este centro cultural y de entretenimiento se ha montado a partir de la casa donde vivió el historiador Emilio Rodríguez Demorizi, frente a la Iglesia de las Mercedes.

Arte. Espacios dedicados a la exhibición de arte en Mamey.

Naturaleza. El patio interior dedicado a comedor en Buche Perico by El Conuco es un invernadero con más de 500 plantas naturales.

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