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Viaje

Turismo de fe: Capilla del Cristo

Sacristía. Una vitrina permite ver en la sacristía algunos objetos del tesoro.

Sacristía. Una vitrina permite ver en la sacristía algunos objetos del tesoro.

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Carmenchu BrusíloffSanto Domingo

En el extremo donde se inicia la calle del Cristo se levanta la pequeña Capilla del Cristo de la Salud, o Capilla del Cristo como todos la conocen. Cerrada largo tiempo por estar sumamente deteriorada (en parte a causa de los excrementos de las palomas y las condiciones climáticas), en esta oportunidad descubro, con mi hija Carmen, que está abierta de par en par y que sobre la mitad de su fachada se extiende un material que parece tela dibujada, mostrando cómo era originalmente. Según me entero, la Hermandad del Santo Cristo de la Salud y el Club Cívico de Damas se esfuerzan por restaurar este monumento histórico relacionado además con una leyenda.

Incluida entre los puntos en los que puede apoyarse el turismo de fe en el Viejo San Juan, este recoleto templo levantado a mediados del siglo XVIII junto a las murallas de la ciudad, atrapa desde lejos la atención del viajero que baja por esta calle, que en un tiempo se llamó de Santa Catalina.

En su diminuto interior pocas personas caben, pero hay suficiente espacio para nosotras entrar y admirar sus magníficos detalles. En especial su altar, cuyo frontal es de plata labrada por plateros de la ciudad de San Juan. Cuentan que fue realizado mediante la fundición de los ‘milagritos’ (exvotos: objetos de muy reducido tamaño, casi miniaturas) que en sus primeros años llevaba la gente. En una estrecha y rectangular habitación anexa, que entiendo es el área de la sacristía, se exhiben en una vitrina varios objetos religiosos. Quizás entre ellos se encuentran los más llamativos tesoros de su pertenencia: un relicario italiano del siglo XIV y fragmentos originales de los restos de San Juan Bautista, patrono de la ciudad.

La leyenda de la Capilla Según la tradición oral, por esta zona de la muralla se precipitó con su corcel el capitán de caballos corazas don Baltazar Montañez y Mújica durante unas carreras de las fiestas de San Pedro.

El periódico El Nuevo Día al reseñar esta leyenda indica que en tal momento el secretario de la Gobernación, don Tomás Mateus Prats, invocó a grandes voces al Santo Cristo de la Salud. En reconocimiento al milagro se construyó la Capilla. Otra versión cuenta que habiendo muerto el jinete construyeron la capilla para cerrar la calle y evitar que hubiera más accidentes.

_Viaje )) Destino (( Incluida entre los puntos en los que puede apoyarse el turismo de fe en el Viejo San Juan, este recoleto templo levantado a mediados del siglo XVIII junto a las murallas de la ciudad, atrapa desde lejos la atención del viajero que baja por esta calle.

Ha sobrevivido sin ayuda del gobierno De acuerdo a datos históricos, en el año 1925, para agilizar el tráfico vehicular, el entonces alcalde de la ciudad, Roberto H. Todd, ordenó la demolición de la capilla. Se salvó de la piqueta por unas 300 mujeres que lideradas por las Damas Cívicas se apostaron frente a la estructura, afirmando que de allí no se moverían hasta que no interrumpieran la demolición. (Habían tumbado ya un pináculo). Dicho Club es parte de quienes ayudan a su conservación.

Un reportaje de El Nuevo Día señala que “la Capilla del Cristo se ha mantenido con las donaciones de la ciudadanía, ya que según la presidenta de la Hermandad del Santo Cristo de la Salud, la estructura ha sobrevivido sin ayuda del gobierno ni de la iglesia”.

Fachada. Sobre la mitad de la fachada se extiende un material que parece tela dibujada mostrando cómo era originalmente.

Altar. Piezas de arte en plata y pinturas del siglo XVII al XIX pueden verse sobre el altar.

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