Cocaína y corazón

La cocaína es una droga ilícita en nuestro país, utilizada mayormente por hombres, sobre todo a la edad entre 18 y 25 años.

El uso de sustancias psicoactivas ha sido reconocido como un problema público de salud en Las Américas. Productoras de muertes prematuras y disabilidades, según informes del panel de discusión organizado por la OPS y la OMS.

Fumada, inhalada o inyectada vemos sus efectos casi instantáneamente.

De acuerdo a la United Offices on Drugs and Crimes en 2006, casi 10 millones de personas en Las Américas (de la población entre edades de 15 a 64) habían usado cocaína. La cocaína que se vende habitualmente en las calles es en forma de un polvo blanco fino y cristalino. En ocasiones mezclada con otras sustancias como anestésicos locales, almidón de maíz, quinina o azúcar, dando lugar a un aumento de su toxicidad.

Al ser ingerida la cocaína viaja a través de todo el cuerpo, por lo cual sus manifestaciones pueden sentirse en todo el organismo. Algunos consumidores de cocaína describen sentir más energía, con sensación de supremacía, excitación, irritabilidad y paranoia.

En muchos países esta es responsable de las visitas a las emergencias de los diferentes hospitales, y contribuye a 1 de cada 4 infartos en personas entre 18 y 45 años.

A nivel cardiaco, la cocaína aumenta los latidos del corazón, al igual que la presión arterial, alterando el aporte de oxígeno de sangre al corazón, lo cual podría causar un ataque cardiaco (infarto), aún en personas jóvenes, sin enfermedad cardíaca previa.

Los efectos de la cocaína comienzan apenas unos segundos después de su consumo y con una duración del efecto entre cinco y 90 minutos. La cocaína no solo perjudica al corazón de las personas que llevan mucho tiempo consumiéndola, sino también puede acarrear grandes consecuencias para quienes la consumen de manera ocasional. Antes de que las lesiones en el corazón por el consumo de cocaína comiencen a dar la cara con manifestaciones clínicas es posible detectarlas e identificarlas, e incluso revertir gran parte de los efectos nocivos, si se deja el hábito.

A través de un ecocardiograma podemos detectar dilatación del corazón (corazón grande) que es una de las causas de corazón grande en los jóvenes, por igual podemos detectar la hipertrofia del órgano (paredes más gruesas de lo normal).

Además de dilatación e hipertrofia del corazón, la droga puede producir arritmias (alteración del ritmo cardiaco) algunas de ellas podrían ser fatales si no se suspende el consumo.

La combinación del uso de la cocaína con el cigarrillo tiene efectos adictivos en la vasoconstricción coronaria y un aumento marcado de la presión arterial y de la frecuencia cardíaca. La cocaína puede producir una depresión aguda de la función cardiaca, aun sin infarto, lo que puede deberse a efecto toxico sobre el miocardio, a miocarditis o ambas.

Además de afectar el corazón, la cocaína puede afectar todos los órganos de nuestro cuerpo. Todo esto podemos evitarlo, suspendiendo el consumo de esta droga tan nociva.