Stalin Céspedes presenta un homenaje a su arte

El artista plástico Stalin Céspedes presenta en la galería de Funglode su exposición individual Homenaje a mí Mismo, una muestra en la que el artista discurre en su mundo creativo a través de su praxis, técnica y formal, al explorar con acierto visual los múltiples elementos de sus obras orgánicas, las desnudas figuras femenina, que se adueñan de sus mundos telúricos, onírico, poético, trasmitiendo a través de sus poses emblemáticas, su cosmos existencial con un encanto paisajístico.

En su fecunda y luminosa entrega se advierte un sustrato estético, estilístico, expresándose en un lenguaje surreal, que explora a través del eterno femenino. Un símil de la transformación de las crisalidas convertidas en espléndidas mariposas. Metamorfosis que explica que todo el universo pasa por etapas de cambios perceptibles, en un ambiente ecológico, bucólico. En él flotan ingrávidos elementos orgánicos, seres mutantes, planetas expectantes, especies unicelulares, que moran en el mundo de los sueños, cobijados bajo la cúpula protectora de un cielo plácido, que insinúa una mujer flor-espacio vegetal, donde todo es posible, como lo es en la impronta estética de Salvador Dalí.

Stalin Céspedes, con estudios en la Escuela Nacional de Bellas Artes, y con curso de especialización en Altos de Chavón, también ha participado en numerosas individuales y colectivas, en ferias internacionales de arte.

Céspedes ha colocado su obra en varios puntos del mundo, motivado por una vocación y un ímpetu creativo que se traduce en las simbólicas, etéreas, inocentes, voluptuosas y desnudas imágenes femeninas de vibrantes movimiento atados, que transfieren transparencia, sutileza, libertad, búsqueda, conexión cósmica con el espacio configurado por unas evocaciones de un estadio contemplativo, que procura eternizar, sus estampas, pletóricos de una carga de trasferencia plástica.

Céspedes, como un chamán, recurre a la alusión de astros, como un leitmotiv. Un sello que pone a sus obras, su representación distintiva, reafirmando con su logro factual, el estupendo manejo del color, la trasparencia sutil, y de sus veladuras, que acentúan o disminuyen el cromatismo de las gamas fría y calientes el que aplica, con arrojo, etiquetando, con ese recurso de tropicalismo esencial, coronado por colores de un arcoíris, espléndido y gratificante.

Camino ascendente El expositor transita en la actualidad por una etapa evolutiva en su obra, que paso a paso construye con acierto de inquietantes figuraciones diurnas y nocturnas y a pensar de sus aciertos, pule su estilo constantemente, mientras desbroza un camino que esperamos sea ascendente.