Santo Domingo 23°C/26°C thunderstorm with rain

Suscribete

¿QUIÉN ESTÁ EDUCANDO AL PUEBLO?

“José de Nazaret, un hombre de fe”

Avatar del Listín Diario
Maruchi R. De ElmúdesiSanto Domingo

Hoy es 19 de marzo, día en que celebramos a un gran santo, San José. Si San José hubiera sido dominicano, no creo que hubiera actuado como lo hizo él, cuando se enteró de que la mujer con la que iba a casarse llevaba en su seno un hijo que no era de él. ¿Se imaginan lo que hubiera dicho el “macho” dominicano? La hubiera repudiado y no en secreto. Pero José era un hombre de fe, y aunque al principio dudó, cuando dormía se le apareció un ángel del Señor y le dijo: “José, hijo de David, no tengas inconveniente en llevarte contigo a María, tu mujer, porque la criatura que lleva en su seno viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados”. “Cuando se despertó, José hizo lo que le había dicho el ángel del Señor y se llevó a su mujer a su casa; sin haber tenido relación con él, María dio a luz un hijo, y él le puso de nombre Jesús”.

José, según el Evangelio de Mateo, el padre putativo de Jesús, era de oficio artesano (carpintero), profesión que habría enseñado a su hijo, de quien igualmente se indica que era “artesano”. Era de condición humilde, aunque las genealogías de Mateo (1, 1-17), lo presentan como perteneciente a la estirpe del rey David. Se ignora la fecha de su muerte, aunque se acepta que José de Nazaret murió cuando Jesucristo tenía ya más de 12 años, pero antes del inicio de su predicación. Las Escrituras señalan a José como “justo”, que implica su fidelidad a la Torá y su santidad. La figura de José fue contemplada y admirada por diversos padres y doctores de la Iglesia y es hoy objeto de estudio de una rama particular de la Teología, la Josefología. La exhortación apostólica Redemptoris custos, (el custodio del Redentor) escrita por San Juan Pablo II y publicada el 15 de agosto de 1989, es considerada la carta magna de la teología de San José.”

“Santa Teresa de Ávila dio a la devoción a San José un espaldarazo definitivo en el siglo XVI, cuando relata su experiencia personal referida a José de Nazaret en el libro de la vida:

“Y tomé por abogado y señor al glorioso San José y encomendándome mucho a él, no me acuerdo hasta ahora haberle suplicado cosa que la haya dejado de hacer. Es cosa que espanta, las grandes mercedes que me ha hecho Dios por medio de este bienaventurado santo, de los peligros que me ha librado, así de cuerpo como de alma. Solo pido, por amor a Dios, que lo pruebe quien no me creyere, y verá por experiencia el gran bien que es encomendarse a este glorioso patriarca y tenerle devoción”. En la solemnidad de San José de 2013, el papa Francisco refirió en su homilía los alcances de la custodia que en la Iglesia Católica se atribuye a este santo. José, un hombre justo, se caracterizó en sus relaciones familiares, por dar un trato de máximo respeto y apoyo a María y por servir de modelo, por voluntad de Dios, a Jesús. Son estas notas las que constituyen el aspecto fundamental de la familia cristiana vista internamente. Y nos lleva a afirmar que José es una de las figuras centrales del cristianismo, un hombre excepcional. José de Nazaret fue declarado Patrono de la Familia y es considerado por antonomasia el patrono de la buena muerte, atribuyéndosele el haber muerto en brazos de Jesús y María. El papa Pío IX lo proclamó en 1870 patrono de la Iglesia Universal.

Es considerado patrono del trabajo, especialmente de los obreros, debido a su trabajo de carpintero, y por dictamen de Pío XII en 1955, que quiso darle connotación cristiana a la efemérides del Día Internacional de los trabajadores.

Glorioso San José, protégenos de todo mal y libra a mi familia de los peligros que nos rodean hoy en día en el mundo que nos ha tocado vivir. ¡Amén!

Tags relacionados