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Viaje

Aires de tasca en un restaurante del Viejo San Juan

Tiene muros rústicos pintados, pisos de madera, sillas de distintos tipos y colores, así como fotos de lugares y figuras típicas que colocan inclinadas.

Mariscos. Surtido de mariscos es un plato incluido entre las tapas. Por su abundancia da
como plato único.

Mariscos. Surtido de mariscos es un plato incluido entre las tapas. Por su abundancia da como plato único.

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Carmenchu BrusíloffPuerto Rico

Restaurante, bar, tasca… es el Rosa de Triana, que en la calle Caleta del Viejo San Juan tiene varios muros repletos de pintorescos adornos cual las tascas de España: frases jocosas en cerámica o en cuadros, banderines de clubes de fútbol, vasijas de barro, botellas y un pequeño pasacalle de España ¡Campeona del Mundo! El ambiente propicia almorzar comida española. Más aún, andaluza, pues Triana es un barrio sevillano. Por algo lleva su nombre. Mientras Carmen busca estacionamiento a varias cuadras de distancia, yo elijo el último de los comedores: una zona con techo curvo que me recuerda una cueva.

Tiene muros rústicos pintados, pisos de madera, sillas de distintos tipos y colores, también de madera, algunas pintadas con florecillas y numerosas fotos de lugares y figuras típicas que colocan inclinadas formando una especie de quebrado. Intento colocarme en un punto donde menos me afecte el aire acondicionado.

En cuanto a la comida, “todo es hecho aquí”, me dice un mozo a quien pregunto de dónde es.

“De Canarias”. Por cierto, la atención de los camareros es constante. En lo que llega mi hija pruebo el pan. La mantequilla es al aioli. Es decir, con ajo y aceite de oliva. De primer plato pido Gazpacho andaluz.

Sabe bien, pero no como esperaba.

Cuando Carmen llega le apetece tomar Sangría y un solo plato de comida: Surtido de mariscos con calamares, camarones, mejillones, vieiras, etcétera.

Lo encuentra delicioso.

Yo me inclino también por la comida de mar: Dorado a la andaluza con salsa de ajo. El asunto es que además aparece la palabra Mahi Mahi. ¿Será el nombre hawaiano del pescado y no es en verdad dorado? No importa.

Está exquisito. De guarnición selecciono Arroz de la casa, que trae melaza de pasas, zanahoria y miel. ¡Cuánto me gusta! Me eximo de pedir postre, porque todos los que ofrecen me están vedados, pero pruebo el que recomiendo a Carmen: Crema catalana, con su tope de crujiente azúcar caramelizado.

No está mal, pero tampoco da la talla. Al fin y al cabo no es un postre andaluz, sino de Cataluña aunque se prepare en toda España.

Antes de pedir la cuenta nos traen a cada una, cortesía de la casa, un vasito pequeño, de esos de trago. ¿Qué es esto? “Un chupito. Está hecho de hierbas, manzana, manzanilla, para la digestión. No tiene alcohol”. Un buen punto final para este almuerzo que con impuesto ha costado 60.10 dólares, más la propina que uno quiera agregar.

Frases que adornan

Cada frase de adorno en Rosa de Triana atrapa la atención. Algunas son irreverentes y otras un tanto vulgares, por lo cual no las cito. “Se necesitan clientes. No es necesario experiencia”.

“Ley del Bar: Ángel de la guarda que guardas los pecadores, aparta de esta casa a los malos pagadores”. “En este establecimiento existen hojas de reclamaciones, por lo tanto no me toques los…”.

“Solamente se fiará a personas de 90 años, acompañadas de sus padres” “Los fumadores son personas muy tolerantes. Jamás se quejan de los que no fuman”. “Hace un día precioso, verás como viene alguno y… ‘Lo Jode’”.

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