Un mes festive

Febrero es un mes bastante curioso, empezando porque es el más corto del año, luego porque tiene dos fechas muy significativas: el día 14 se celebra San Valentín, Día de los Enamorados. Esta fecha muy señalada, sobre todo entre la gente joven, da lugar a un despliegue comercial de importancia. Todos quieren adquirir algún obsequio para el objeto de sus desvelos. Ya sea flores o chocolates o algún peluche o cualquier otro detalle como perfumes o prendas, si el bolsillo tiene suficiente capacidad. Si éste no es el caso, unas florecitas o un chocolate, hace el mismo efecto.

Pasados unos días del dichoso mes, nos encontramos con la festividad del 27, día patriótico que todos celebramos, pero de distinta manera. El ambiente es carnavalesco y la gente se dedica a disfrazarse y a bailar. Los desfiles del carnaval divierten a chicos y grandes, es el momento ideal para desinhibirse. No en vano a Emma le encanta este mes, es su preferido después de la Navidad. Su carácter festivo y dicharachero se encuentra en su elemento. Ahora está muy ocupada organizando una comparsa, le pregunté por el tema y cómo se iban a disfrazar y para mi sorpresa me contestó que harían una parodia sobre el escándalo de la Odebrecht. Estoy ansiosa por ver aquello y cómo ¡se las van a ingeniar!