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Odontología

Implantes dentales: una cirugía delicada

No cualquier odontólogo puede realizar esta operación. El especialista debe tener conocimientos de anatomía.

Un implante dental es la sustitución de una pieza dañada por una nueva, pero artificial. Esta técnica la implementó por primera vez el ortopeda suizo Branemark, en 1950. Branemark descubrió por accidente la oseointegración del titanio con los huesos.

Pese a que este tipo de operación es realizada en su mayoría en adultos, en los últimos años los jóvenes han llegado a ocupar un lugar significativo por la alta tasa de accidentes y la poca higiene bucal. En los adolescentes es poco común realizar esta operación, a menos que sea por deformación natural del diente.

Algunos riesgos El especialista en implantes dentales Milton Herrera explica que todas las personas son candidatas para un implante, mas no cualquier odontólogo está en la capacidad de hacerlo.

Indica que en el país muchos doctores hacen diplomados por varios meses y luego empiezan a realizar implantes, lo que juzga como incorrecto, ya que para saber cómo sustituir una pieza dental, es necesario tener amplio conocimiento en el tema, y este no se adquiere en tres meses.

“Existen varios riesgos y por eso surge la implantología dental como especialidad, porque es necesario que el odontólogo conozca zonas anatómicas específicas antes de hacer una cirugía de esta índole”, resalta Herrera.

Existe la posibilidad de perforar los senos maxilares, encargados del movimiento de la cabeza de un lado al otro.

El especialista explica que estos senos se encargan de llevar el aire limpio y libre de bacterias a los pulmones. “Al momento de hacer un implante en la zona superior de la boca, lo cual involucra los senos maxilares, si la persona desconoce ese tipo de anatomía puede perforar un seno maxilar y al paciente se le puede introducir cualquier tipo de bacteria y morir”.

Otra razón para proteger este nervio es que no haya interrupción en la comunicación mucosinosal.

Si el implante es en la mandíbula inferior, los nervios a cuidar son los alveolares, que son los que se encargan de la sensibilidad en esa zona.

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