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SALUD

¡Cuidado con lo que comes!

Cuando se es alérgico a un alimento se reflejan diferentes síntomas, por ello es importante asistir a un médico si hay una reacción a una comida.

¿Te da picazón en la piel o malestar estomacal cuando consumes productos ricos en proteínas? Si tu respuesta es afirmativa tienes que ir a un médico, porque puedes tener una reacción alérgica a este tipo de alimentos.

“A los pacientes alérgicos se les pueden afectar diferentes sistemas como del tracto respiratorio y gastrointestinal. También hay reacciones que van desde un simple prurito o picor hasta una reacción anafiláctica, que es la más severa que puede experimentar una persona porque le causa la muerte”, explica el alergólogo Santiago Martínez.

Según el especialista radicado en Florida, Estados Unidos, las alergias alimentarias presentan diferentes síntomas, por ello es importante asistir a un médico si hay una reacción negativa a una comida.

“Si el paciente sospecha que tiene una reacción alimentaria debe acudir al médico para que le haga una evaluación precisa, porque puede tener una reacción cutánea que no sea causada por un alimento sino por un hongo en la piel”, explica el especialista.

También, sostiene, el paciente puede ser intolerante a un alimento y no ser alérgico, y en esos casos la indicación es diferente.

Por ejemplo, si un paciente es intolerante a la lactosa puede reaccionar con síntomas que van desde flatulencias hasta diarrea y dolor abdominal, pero eso no es una reacción alérgica, porque consumiendo leche sin este azúcar se puede resolver el problema, insiste el experto.

¿Cómo se diagnostica la alergia a los alimentos? Cando una persona acude al médico porque ha tenido una reacción a un alimento, hay que descartar si es alérgico.

Para determinarlo, dice el alergólogo Santiago Martínez, lo más importante es tomar una historia clínica minuciosa, para determinar si el alimento está causando problemas o no, porque las restricciones de alimentos en forma no juiciosa pueden conllevar a problemas de nutrición, socioeconómicos y de ansiedad que son innecesarios.

“Si la historia clínica dicta la posibilidad de que hay una reacción alérgica, existen métodos de diagnósticos como pruebas cutáneas de piel y pruebas en sangre muy específicas”, explica.

Luego, detalla, hay que interpretar los resultados, algo muy importante en el contexto de la historia del paciente porque una persona puede ser positiva a un alimento y solo indicar sensibilización; y eso no significa que sea alérgica.

Pero el diagnóstico definitivo de una alergia alimentaria no se da con la prueba cutánea ni la serológica, sino una médico-controlada en la que se identifica bajo supervisión si hay una alergia al alimento.

Para hacerla, explica, se le hace una provocación al paciente con el alimento. Es decir, se le dan porciones o dosis que van aumentando con el tiempo para ver cómo reacciona. La ingesta puede ser cada 20 o 30 minutos y la prueba se puede llevar toda una mañana.

“Le voy a dar un ejemplo sencillo, yo soy positivo en pruebas cutáneas al maní pero yo ingiero maní todos los días porque es una proteína que me gusta, esto es diferente a una persona que es positiva y que cuando ingiere el maní tiene una reacción alérgica severa o hace eccema en la piel, reacción respiratoria como asma”, dice, “de ahí la importancia de que médicos primarios, los que ven al paciente por primera vez, no hagan una restricción a los alimentos solamente basada en las pruebas”.

Esto es tan delicado, indica, que cuando se restringen dos alimentos o más simplemente basados en pruebas, puede ser que el paciente presente problemas de nutrición.

Por lo que, insiste, si se le quita a un paciente huevo, leche y trigo hay que sustituirlo por otro alimento que tenga el mismo componente nutricional.

“Es necesario que una nutricionista participe en el proceso porque de esa manera se sustituyen alimentos que van a reemplazar a aquellos que son restringidos”, recuerda.

Reacción Lejos de lo que muchos puedan pensar, “las alergias alimentarias se pueden diagnosticar a cualquier edad siempre” y se pueden hacer estudios siempre y cuando exista una historia que indique que se requiera un estudio, según la guía de recomendaciones del Colegio Americano de Alergia, Asma e Inmunología, dice Martínez.

Una reacción alérgica se ve de manera inmediata a los 15 o 20 minutos de la exposición, y a más tardar en 2 horas. Mientras que las reacciones que no son alérgicas tienden a ser tardías. El paciente desarrolla síntomas quizá 48 horas después de la ingesta.

Aunque también, asegura, se pueden registrar reacciones alérgicas tadías y asintomáticas que pueden causar daños graves como la esofagitis eosinofílica, que es una enfermedad que no se refleja en la piel sino en el esófago, se puede desarrollar en niños y en adultos y afecta a una de cada 10,000 personas.

Factor genético La genética influye mucho en el desarrollo de alergias en niños, por esto es que la historia clínica es tan importante, sostiene Martínez.

Si los padres tienen historia de alergia existe el 75 % de probabilidad de que el niño haga reacción alérgica también. “Antes se pensaba que no se podía dar leche, huevo o maní a niños con tendencia a las alergias hasta una edad específica. Pero ahora se demuestra que mientras más temprano se introducen los sólidos es más fácil desarrollar tolerancia y prevenir reacciones alérgicas subsecuentes”, sostiene. Causa.

(+) CREACIÓN DE UNA ENTIDAD PARA TRABAJAR EN EL PAÍS El doctor Santiago Martínez, quien reside en Estados Unidos y viene al país cada cierto tiempo a ofrecer consultas, explica que actualmente está trabajando con la formación de una fundación infantil contra las alergias alimentarias, que funcionará aquí.

“Se va a realizar un estudio científico de la prevalencia alimentaria en el país para tener una idea, porque los casos pueden variar geográfica y culturalmente”, explica el experto.

Pero para ello, añade, hay que implementar ciertas medidas y protocolos que pemitan dar un buen resultado.

Agrega que en Estados Unidos las alergias alimentarias son más comunes en los menores de cinco años de edad específicamente en los varones.

En este país norteamiricano la leche es la principal causa de alergia alimentaria, luego sigue el maní.

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