Si le gustan los libros

Una fiel lectora de Duendes, Albina Aldave, me escribe: “Después de años de NO asistir a la Feria del Libro......fui.......y quedé maravillada...el orden, la limpieza, los pabellones, las conferencias...la cantidad de alumnos voluntarios ayudando.......Por qué los periódicos no reseñan nada....?” Albina tiene razón, dos veces. Estuve en la Feria del Libro y es cierto que está más organizada, mucho más limpia, y que el ambiente que se respira allí se corresponde con los gustos de las personas que amamos los libros. También, tiene razón en el aspecto de que los medios hemos difundido menos este año esa actividad que nos pone a pensar, y disfrutar, de placeres benignos como la lectura. Será por esto que el público tampoco ha respondido igual.

Un compañero de trabajo me comentó, por ejemplo, que le sorprendió el escaso público en la conferencia sobre la obra del Premio Nobel Mario Vargas Llosa. A mí me ocurrió igual cuando estuve en la charla magistral que impartió el propio escritor sobre los cinco libros que marcaron su estilo. El salón no estaba vacío, pero allí cabía un montón de gente más.

El caso es que este año, en la feria, han tenido lugar muchas actividades interesantes. No obstante, ha faltado difusión y apoyo. Los medios no hemos hecho nuestra parte y también puede que faltara agresividad de los organizadores.

Pero como nunca es tarde, y todavía faltan tres días para la clausura, les recomiendo asistir con la familia. Hay museos, artesanía, clases de cocina, libros y revistas sin impuestos y pabellones muy llamativos. Además del Museo de la Dignidad del que ya hablé en la columna anterior.

¿Una oportunidad de mejorar? Me atrevo a señalar el pabellón de la Vicepresidencia de la República. Tiene una instalación que podría representar un riesgo para los visitantes. Se trata de un estrecho túnel que llenan de gente, dos filas paralelas y, además, le agregan humo. Yo revisaría esa logística que busca impresionar pero podría degenerar en un incidente lamentable. Por ejemplo, tuve que salir porque no podía respirar debido al humo y la sensación claustrofóbica. Además, reduciría el número de personas que entran a la vez. Al margen de eso, me encantó el mural, trabajado por Kilia Llano, que está en ese pabellón dedicado al Patricio Juan Pablo Duarte.

En fin, que la feria está de lo más bien, dese un paseo por allí, si le gustan los libros, claro.