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Destino

Bajo la Plaza Porticada de Santander hay restos arqueológicos

Quien hoy camina por la parte histórica de Santander posiblemente desconozca que en el año 1941 gran parte de ésta fue destruida por un gran incendio. Tuvo que ser reconstruida. Desde el Mercado del Este, donde los lugareños se recrean a distintas horas del día, camino por la calle que lleva el nombre de un músico: Ataulfo Argenta. Antes era calle General Mola, un militar de la época de la dictadura franquista.

En este trayecto, resalta un pequeño edificio que luce abandonado. Sobre el dintel de la entrada dice Hotel Central, mientras a cada lado de la puerta una placa le señala como Hotel Ignacia. Por su decoración en relieve, da la impresión de que tuvo buenas épocas. Luego me entero que fue construido como Ignacia en 1920, y reformado en 1985 como Central. (Cerró en diciembre de 2014, cuando las rentas antiguas ya no estaban vigentes)

En esta ciudad española junto al mar Cantábrico prosigo hasta la peatonal Plaza de Pedro Velarde, más conocida como Plaza Porticada. La que tengo ante mis ojos fue inaugurada en 1950, pues su estructura original quedó destruida por el trágico incendio. Levantada en estilo neoclásico herreriano, con sus amplios soportales llama la atención del visitante. Si bien en el nivel bajo funcionan algunos locales para comer, los edificios están mayormente ocupados por oficinas. Colocándome en el centro de la plaza, observo en el pórtico las dos esculturas que en su época escandalizaron: un hombre y una mujer desnudos. Representan, respectivamente, el Ahorro y la Beneficencia.

Paseando por la plaza, la cual tiene varios accesos, me dirijo hacia la entrada principal, orientada hacia el Paseo de Pereda, donde una estatua parece dar la bienvenida. Es de Velarde, héroe de la Guerra de la Independencia española. El monumento, de 1880, es considerado como uno de los más antiguos de Santander.

En lugar de abandonar la plaza, echo un vistazo hacia una esquina donde está la oficina del Centro Arqueológico Muralla de Santander. Ni ésta, ni el acceso a dicho Centro en el subsuelo están abiertos. Rodeo el local, y descubro un aviso en un ascensor. Advierte que es imprescindible reservar día y hora en la Oficina de Turismo, ubicada en los Jardines de Pereda. Al día siguiente acudo a Turismo, hago mi reservación y en la fecha fijada soy la única visitante. (La entrada es gratis).

Tan pronto llego me recibe cordialmente una empleada. Ofrece las explicaciones tal como si hubiera un grupo de turistas y no sólo yo. Con una interesantísima presentación multimedia, viajo a través del tiempo y mentalmente me transporto hacia otros siglos. Es que recorre 800 años de historia. Luego puedo deambular a mi aire por este espacio donde, entre las piedras antiguas de estos restos arqueológicos, se encuentra parte de la muralla medieval y de la Puerta del Mar. Lo que me causa, sin embargo, mucha curiosidad son varios objetos exhibidos en una vitrina: dos pistolas, gafas (espejuelos), etcétera. “Se encontraron en unos baños”, me aclara. Parecen ser artículos de años recientes, tal vez de la Guerra Civil pues, en este entorno, cuando la remodelación de la Plaza aparecieron búnkeres y refugios.

Anillo Cultural El Centro Arqueológico Muralla de Santander forma parte del Anillo Cultural integrado dentro del programa municipal denominado “Otra Ciudad Bajo Tus Pies”. Los espacios expositivos están en varios centros y monumentos. Para hacer reservaciones, tanto se puede ir personalmente a la Oficina de Turismo, en Jardines de Pereda, como llamar al teléfono 942-203-001.

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