La solidaridad se viste de Juventud

Es verano y el sol golpea fuerte el rostro, pero esto no es impedimento para que los muchachos del club Rotary, salgan a las calles para enfrentarse con el calor. Su propósito es hacer realidad el sueño de cientos de niños y niñas de escasos recursos.

Club Rotary es una fundación sin fines de lucro que busca promover el trabajo en equipo, la solidaridad y el emprendimiento. Con esta misma política y esencia nace el club Rotaract Moca 2 de Mayo, el cual concentra a decenas de jóvenes del municipio. Los aventureros y auxiliares, como se denominan los participantes de Rotaract, dicen que estos principios fueron fomentados desde el hogar y se fortalecieron en las diferentes instituciones a las que han asistido como Club de Rotary.

Donaciones y más Mientras que para muchos las redes sociales y los juegos por internet significan su más importante forma de recreación, para cada integrante de Rotaract ayudar es su diversión y distracción. Las avenidas son testigos de este accionar, pues en los semáforos ya es conocido el nombre de Rotaract.

Emilia Guzmán, presidenta del club Rotaract Moca 2 de Mayo, define la entidad como un ente de servicios dependiente del Club Rotary.

“Nosotros fortalecemos la amistad y el valor de la humildad. Cuando organizamos una actividad, o hacemos la logistíca para una jornada de donación, sentimos una alegría inmensa”, comenta Guzmán.

Mediante las diferentes jornadas que se han realizado, se le ha provisto con útiles escolares básicos a cerca de 500 infantes y adolescentes.

La asesora notarial de los clubes Interact y Rotaract, Maria R. Camilo Bencosme, narra que su mayor felicidad ha sido interactuar con los jóvenes y guiarlos por las sendas del liderazgo y el ideal de servicio. Expone que a través de esta entidad ha podido crear amistades y contactar a personas de comunidades muy necesitadas, ayudándolos a mejorar su calidad de vida.

Jóvenes que cambian Idelkis Félix es integrante de Rotaract y considera a esta institución como su piedra angular. Su interés por la realidad y las situaciones sociales la han llevado a conocer el dolor humano y la sensibilidad en su máxima expresión. En cada jornada siente la satisfacción de cambiar vidas con una dosis de amor y tolerancia.

“Recuerdo que hace unos años encontré una escuelita que queda a cinco minutos del centro de Moca. En aquel lugar los infantes estudiaban en cursos divididos por mamparas, situación que generaba graves dificultades de aprendizaje para los estudiantes del centro educativo. Al ver este escenario se me nubló la vista y mi garganta sintió un nudo cargado de llanto interior”.

“Gracias a la energía y el trabajo en equipo hemos logrado cambiar el ambiente de esos niños y niñas que diariamente llegaban con gran ilusión a su casa de estudios”, narra Félix.

Anthony Ransel Franco es un joven solidario, y explica que de todas las experiencias vividas, la que más le marcó fue la de un muchacho de muy escasos recursos, que había sufrido un accidente y tuvo roturas en una de sus piernas, razón que lo llevó a una sala de cirugía.

“El equipo y yo nos reunimos para recaudar fondos y llevarselo hasta su hogar, pero al llegar quedamos impactados al ver las condiciones deplorables en las que vivía junto a su madre y hermana menor”, comenta Franco, quien continúa trabajando para cambiar la vida de jóvenes como él.

Luis Ángel Ferreiras comenta que este club le ha permitido descubrir su don de servicio a través de la participación de los distintos proyectos y actividades de ayudas sociales que emprenden cada año. La mayor satisfacción la recibió cuando observó el rostro de felicidad de Jhoan, un niño con pocas facilidades económicas, que fue beneficiado con una de las mochilas entregadas en la campaña: “A la escuela con Rotaract”, prometiendo este utilizarla para sacar buenas notas en sus estudios.

Los niños y adolescentes de Moca tienen una esperenza, gracias a estos jóvenes, que no miden esfuerzos al momentos de realizar actividades en beneficio de aquellos que más lo necesitan.

“A LA ESCUELA CON ROTARACT” Al llegar a Moca los jóvenes estaban en plena acción. El reloj marcaba las 8:00 de la mañana y se les podía observar a todos reunidos en las aceras, prestos para iniciar la labor del día.

“A la escuela con Rotaract”, eran parte de los esloganes que llevaban las pancartas que estaban diseñadas para atraer la atención de los vehículos y transeúntes.

Anthony Ranser Franco, Idelkis Félix y Luis Ángel Ferreiras estaban allí presentes, con gorras, t-shirts y una grata sonrisa para despertar el espíritu solidario de las personas.

Junto a ellos se encontraban otros jóvenes colaboradores del club Rotaract, levantando sus pancartas y explicando para que sería destinado el dinero recaudado ese día.

Además de pancartas, los muchachos tenían en sus manos alcancías, donde los donantes podían depositar acorde a su posibilidad, dinero en efectivo.

Las hembras lucían accesorios llamativos para llamar la atención de los que transitaban por la avenida y sacarles una sonrisa.

“Es verano y las mañanas en esta época son más soleadas; el calor impregna la piel y la humedad aumenta, pero esto no nos detenía, porque al final, los resultados serían nuestra mayor sastifacción, concluían los participantes.