Estampa dulce en bizcochos y galletas personalizados

El bizcocho es uno de los postres más clásicos empleados en repostería. Se caracteriza por ser el principal atractivo en cualquier festejo. De ahí, es considerado el rey de toda celebración.

La bizcotela es el arte que seduce el sentido del gusto tanto como la vista, ya que la mayoría de las personas cuando lo ve y lo quiere comer. “No hay nada mejor que regalar un bizcocho personalizado, ya sea para una fiesta de cumpleaños, una boda o cualquier otro momento,” expresa Odette Goyco, experta en este arte de la repostería.

Las galletas con mensajes de amor o amistad para hacerle saber a esa persona que se le tiene un gran aprecio o que significa mucho para nosotros.

“Confeccionar bizcochos y galletas pintados a mano para mí lo es todo. Me gusta hacerlo de diferentes formas, diseños y con mensajes personalizados distintos”, asegura Goyco. La pastelera nunca tuvo dificultad en el proceso creativo de los bizcochos, ya que es un producto que, por ser tan demandado, ha obligado a quienes lo elaboran a que pongan a volar su imaginación.

El toque artesanal, sin embargo, no ha sido tan explotado por lo trabajoso que resulta y, porque además, se necesita de tiempo, inspiración y talento para desarrollar este arte. “Confeccionar cada bizcocho para mí es todo un reto. Trabajar con alimentos es extremadamente delicado”, señala la repostera.

Se pueden hacer de diferentes sabores. Vainilla, chocolate, fresa, mandarina o el que se quiera pueden ser escogidos para el interior de la masa. Lo externo es toda una obra de arte. Pueden ser de diferentes formas y diseños.

“Me fascina ver cómo las personas reciben ese valor intangible que es la sorpresa de ver no sólo el postre que han de degustar, sino la obra que pueden admirar en cada bizcocho o galleta con estilo artesanal”, Bake Artistry by Mode.

Novedad El resultado de este tipo de arte de factura local obedece a horas de práctica, de experimentos, y sobre todo, de entrega y dedicación para lograr algo distinto a lo que ya hay en el mercado.

“Quiero que mis dos hijas se especialicen en esto. Ellas trabajan conmigo porque es un trabajo que amerita de muchos detalles, y más ahora que el toque personalizado toma tanto auge en la pastelería del mundo”, dice.

Arte sobre el pastel Aunque es arquitecta, pintora y fotógrafa de profesión a Goyco le apasiona la repostería, a la que, auxiliada de sus conocimientos artísticos, ha puesto un sello de formas y color. Aplica su arte sobre ‘fondant’ que es una pasta muy parecida a la plastilina, pero comestible.