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Decoración

Refugios para una escapada

Viviendas mínimas, sencillas, sin artificios y con grandes ventanales son el refugio ideal para desconectarse.

Aislamiento. Casas mínimas que sus creadores definen como “un cargador de pilas para humanos”, pues ofrecen la posibilidad de aislarse en cualquier punto del mundo.

Aislamiento. Casas mínimas que sus creadores definen como “un cargador de pilas para humanos”, pues ofrecen la posibilidad de aislarse en cualquier punto del mundo.

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Inmaculada Tapia/Noelia de Marcos(EFE) Reportajes

Desconectar del mundo, ir lejos y no volver, en plena naturaleza, perdidos... ese es un sueño alcanzable gracias a viviendas refugio que nos permiten alejarnos del entorno urbano.

La firma danesa Vipp ha creado “shelter”, una casa mínima a modo de refugio que definen como “plug&play” (enchufar y usar). Una vivienda de 55 metros cuadrados a la que no le falta detalle. Donde, al parecer, lo único que hay que decidir es el lugar para situarla: bosque, montaña o cerca de la playa.

El presidente de Vipp, Kasper Egelund, la describe como “un cargador de pilas para humanos”.

La estructura se sustenta en un “sencillo cuadro de acero” que aguanta estructuralmente el espacio a dos niveles, donde solo la cama litera y el baño tienen un punto de intimidad respecto al espacio principal.

La naturaleza está presente al tratarse de una carcasa transparente, con un blindaje en forma de ventanas deslizantes paralelas, que evitan cualquier fuerza de la naturaleza que quiera invadir el espacio.

Prefabricado en Copenhague, el refugio viene equipado con iluminación, ropa de cama y hasta dispensador de jabón.

“Vipp tiene mucho arraigo en la manufactura de objetos industriales, por lo que el término “shelter” es una tipología que permite definir esta casa como una nueva inspiración de los objetos de gran volumen como aviones o transbordadores”, explica el diseñador jefe de Vipp, Morten Bo Jensen.

Hogar mínimo Otro hogar mínimo y sostenido nace de la inquietud de†Camino Alonso, directora del estudio y arquitecta de†Ábaton, quien llevaba tiempo queriendo explorar “más allá” y descubrir cuál era el†espacio mínimo necesario para que una persona pudiera desarrollar su vida†sin problemas.

El proyecto ha sido finalista en la IV Bienal de Diseño y Arquitectura de Madrid (2014) y ganador, entre otros, de premios como el A+ Architizer (2014).

En un principio, el plan se desarrolló con un contenedor de barco pero, según sus características -totalmente rectangular-, “daba la sensación de estar en una caja de zapatos”, explica la directora de nuevos proyectos del estudio de arquitectos, Blanca Alonso.

Transportables Después el proyecto se modificó empleando un tejado a dos aguas, lo que proporcionaba “una perspectiva de amplitud y comodidad”.

Un boceto que fue tomando forma hasta convertirse en una†serie de viviendas transportables y energéticas de las que ya hay seis modelos diferentes†totalmente personalizables, exterior e interiormente, regidas por los principios de bienestar, equilibrio medioambiental y sencillez.

“Muchos hoteles están demandando estas “viviendas mínimas” para sus instalaciones a modo de “bungalows”, al igual que particulares, interesados en ampliar o crear su propia “vivienda de campo” alejados de todo”, explica Alonso.

El monobloque más pequeño está compuesto de un dormitorio y baño,†y el más grande está formado por dormitorio, salón y cocina. Además, como explica Alonso, “el cliente puede elegir un único apartamento o combinar varios entre sí”.

Construcción sostenible La construcción de la vivienda de Ábaton es de madera†-proveniente de explotaciones reguladas que evitan la deforestación-,†incorpora materiales reciclables y posee grandes ventanales†que proyectan el exterior en el interior, lo que aporta una mayor sensación de amplitud y facilita la simbiosis con el entorno.

Por dentro, aunque se puede transformar, consta de tres espacios diferenciados: cuarto de estar-cocina, baño completo y dormitorio.

La superficie total de este “refugio” es de 29 metros cuadrados, con techo a dos aguas de 3’5 metros en su punto más alto, que proporciona una sensación de espacio.

Ambiente. La vivienda mínima está pensada para ser sostenible.

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