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Destino

Santander: ciudad marinera con platos de tradición popular

Vía. La calle más transitada en Santander es el Paseo de Pereda. En invierno los árboles desnudos parecen retorcidas esculturas.

Vía. La calle más transitada en Santander es el Paseo de Pereda. En invierno los árboles desnudos parecen retorcidas esculturas.

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Carmenchu BrusíloffSantander, España

Cantabria, la provincia que en España toma el nombre del mar Cantábrico junto a cuyas aguas se extiende, es además una tierra de montañas. Ambos proyectan su belleza sobre la capital, Santander. Deambular por el Paseo de Pereda, ancha vía que corre paralela al mar, permite disfrutar de esas magníficas vistas. Aún si el día está nublado y con lluvias intermitentes, muchos veleros navegan por la impresionante bahía.

El paisaje circundante atrapa la mirada, y asimismo lo hacen unas cuantas esculturas en la ancha acera junto al litoral. Me detengo ante ellas: Los raqueros. Representan niños desnudos, que en los siglos XIX y XX eran típicos personajes de esta ciudad que acostumbraban bucear en la zona. A unos pasos, una rara escultura que de cerca me hace ver serpientes o animales raros. Apenas se puede leer la placa de identificación. Ante mi curiosidad, un señor mayor viene hacia mí, me indica alejarme y va acompañándome hasta un punto específico. “Póngase aquí, para que vea la cara. ¿Ve la oreja?” ¡Sí!!! Sin su ayuda, ni me entero. Es el poeta José Hierro. Otros turistas giran a su alrededor. ¿Se habrán percatado? El primer poema de la autoría de Hierro lleva el título de ‘Una bala le ha matado’. Data de 1937, durante la Guerra Civil. (La escultura está hecha de siete paneles de láminas de acero colocadas sobre una base de hormigón y piedra).

Cocina santanderina Carlos Pascual, en una guía gastronómica de la década del 70 afirmaba que la cocina santanderina “anda a la busca de su identidad perdida”. Con el transcurrir del tiempo, tal vez la ha recuperado, pues del mar y la montaña surgen sus principales platos. Entre ellos el cocido montañés y los guisos de patatas (papas en República Dominicana) con merluza. Este último de “origen netamente marinero”, escribe Gourmetour, guía gastronómica y turística de España. “Son preparaciones arraigadas en la tradición popular”.

A la hora de comer sigo en la más emblemática calle de Santander, el Paseo de Pereda. Entro al Café Suizo, local con afluencia de clientela santanderina. Tiene acceso también por la calle Ataulfo Argenta. Su comedor principal está en el segundo piso (en España llaman primer piso). Me quedo en el primero (el piso a nivel de calle): el área de cafetería. Al segundo suben señoras muy bien vestidas.

Es la 1:10 de un domingo. El camarero, Miguel, me dirige hasta una mesa y al cabo de un rato trae “un cariñito”: consomé servido en una tacita de café. Exquisito. Es empero a la 1:30 la hora de tomar las órdenes.

Del menú del día Mi selección del menú del día es, de primer plato, Menestra de verduras. Trae hongos, vainitas, espárragos, pepino, petit pois, zanahoria, coliflorÖ De plato fuerte: Merluza a la marinera, que amén de patatas trae unos cuantos camaroncitos miniatura. Le dan un toque especial al pescado. Varias papas están medio crudas. Otras están bien. Ya que estoy en un sitio informal, en la salsa marinera me apetece mojar el pan. Recuerda a nuestro pan “sobao”. Con la salsa estaba sabroso. De postre, muy bien presentada la Tarta de manzana, con crema de la misma fruta y merengue (suspiro decimos los dominicanos), aunque éste un tanto soso. Aparte de la comida, ordené una copa de vino tinto e infusión de manzanilla. Cada cual en su debido momento. El total: apenas 14.90 euros.

JOSÉ HIERRO El poeta José Hierro nació en Madrid, pero desde niño vivió en Santander. El monumento en su honor, levantado junto a la bahía de Santander, es obra de la escultora Gema Soldevilla. Incluye unos versos que escribió inspirado en esta bahía: “Si muero, que me pongan desnudo, desnudo junto al mar. Serán las aguas grises mi escudo y no habrá que luchar”.

JOSÉ MARÍA DE PEREDA El escritor, nacido en 1833 y fallecido en 1906, fue el principal representante de la novela costumbrista y la novela regional. En ese entonces, fue uno de los novelistas preferidos por el público lector (español y extranjero), según señala la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. Entre sus obras figuran: ‘El sabor de la tierruca’, ‘Peñas arriba’ y ‘Escenas montañesas’.

Merluza a la marinera. Es uno de los platos típicos de Santander.

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