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¿QUIÉN ESTÁ EDUCANDO AL PUEBLO?

“Estén siempre despiertos, pidiendo fuerzas”

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Maruchi R. De ElmúdesiSanto Domingo

...para escapar de todo lo que está por venir y mantenerse en pie ante el Hijo del hombre.” Primer domingo de Adviento, y la primera lectura tiene mucho que ver con la promesa que hizo Dios a la casa de Israel y a la casa de Judá, del vástago legítimo que hará justicia y derecho en la Tierra.

Es el primer domingo de Adviento, el comienzo de un nuevo año Litúrgico, y con éste tiempo fuerte y especial, nos preparamos para recibir al Rey de Reyes, al Señor de Señores.

Adviento, Tiempo Santo que celebra la Iglesia en los cuatro domingos que preceden a la Navidad.

Comienza el día de San Andrés, si cae domingo 30, o si no, el domingo inmediato, anterior o posterior.

La Palabra Adviento significa: Advenimiento, venida o llegada. Estamos preparándonos para las fiestas de Navidad. Pero, para una verdadera navidad cristiana, no una navidad superficial, basada en jolgorios, bebentinas, francachelas, desarreglos, en fin, en toda clase de consumismo, hedonismo y materialismo que ya el mundo nos ha acostumbrado a vivir. En estos momentos de terrorismo, de tanto miedo a lo que nos pueda suceder, debemos conservar la esperanza en el que ha de venir. Que nos liberará de la esclavitud del pecado y nos reconciliará con Dios. Él, que vino al mundo a dar testimonio de la Verdad, debe de estar muy triste con la actitud de nosotros los cristianos, que continuamente vivimos en la mentira y la falsedad, aparentando cosas que no son, para quedar bien con la sociedad que nos rodea.

Jeremías el profeta de la primera lectura, es un profeta muy conocido. A él, le tocó vivir y actuar en una época tumultuosa, y debemos leer bien sus escritos, que nos servirán para poder subsistir nosotros también, a esta época que estamos viviendo. Su vida y pasión se parece en muchos aspectos, una anticipación de la de Cristo.

Siempre me ha fascinado la primera parte, donde el Señor lo llama para que lleve su Palabra a los demás y él le responde: “¡Ay Señor Mío, mira que no sé hablar, que soy un muchacho. El Señor le dice: No digas que eres un muchacho; que a donde yo te envíe, irás; lo que yo te mande, lo dirás.

No les tengas miedo, que yo estoy contigo para liberarte.

Mira, que yo pongo mis palabras en tu boca, hoy te establezco sobre pueblos y reyes, para arrancar y arrasar, destruir y demoler, edificar y plantar.” Es increíble cómo Dios ayuda a Jeremías, a perder el miedo, porque le repite continuamente, no tengas miedo, yo estaré contigo siempre.

Y así debemos sentirnos cada vez que vayamos a evangelizar a los demás.

Perder el miedo, y tener confianza porque el Señor siempre está con nosotros.

Hoy el Salmo nos enseña a pedir al Señor que nos ayude y nos instruya en sus sendas, para poder cumplir con nuestra responsabilidad de cristianos en el mundo de hoy.

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