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CONSULTANDO A LA SEXÓLOGA

Embarazo en la adolescencia

Ya está de alta de los daños físicos ocasionados por el intento de suicidio la joven de 17 años que se lanzó al vacío desde un elevado, porque descubrió que estaba embarazada y no soportó la carga emocional que esta situación le produjo. No está de alta de los daños psicológicos, porque para tomar una decisión de esa magnitud la persona debe estar padeciendo de una depresión; ella va a seguir su tratamiento de psicoterapia en el centro de salud donde fue atendida.

Este caso nos debe llamar a la reflexión. Vivimos en una sociedad donde se les niega a los niños, niñas y adolescentes (NNA) el derecho a una educación sexual científica, que debe ser integrada al currículo educativo, que promueva la formación integral del individuo y valores. El programa debe incluir todos los temas como bases biológicas (prevención de las infecciones de transmisión sexual y el VIH), así como también las bases psicológicas (desarrollo psicosexual del niño y del adolescente, prevención del embarazo, enfoque de género), entre otros.

El embarazo en la adolescencia es considerado como la puerta de entrada al círculo de la pobreza y la deserción escolar, la joven abandona su proyecto de vida, cuando se inserta al mundo laboral sus salarios serán los más bajos, el joven o el hombre adulto del que sale embarazada no asume la responsabilidad ni emocional ni económica, y son los padres de esta joven quienes tienen que asumir la crianza de este niño (a) alterando la dinámica familiar y el aspecto económico en la mayoría de los casos sin poder.

La adolescente queda traumatizada, con baja autoestima, ahora tiene que asumir un rol de madre para el que no está preparada, o sea, una niña cuidando de otro niño (a).

El embarazo en la adolescencia es de alto riesgo para la madre y para el bebé. Como mencioné anteriormente, la educación sexual es una herramienta poderosa para prevenirlo, pero la escuela o colegio no puede solo; necesita de padres empoderados en los conocimientos de sexualidad humana y con buena comunicación y relación afectiva con sus hijos, porque juntos sí pueden lograr que estos últimos pospongan el inicio de su vida sexual.

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