Enseñar el valor de la paciencia al niño

La paciencia es la capacidad de tolerar una situación sin perder la calma. Cuesta enseñarla a los niños, pues cuando desean algo, lo desean de inmediato, no entienden la palabra ‘esperar’. Solo saben que lo que quieren, lo quieren ya mismo. Por esto, para enseñarles paciencia hay que comenzar siendo pacientes. Así que es esencial que como padres lo seamos pese a que nuestros hijos nos ven perderla con facilidad al esperar un turno en cualquier lugar, en el tránsito, en una cita y aun más, ante la conducta de ellos mismos. La paciencia es un valor a ejercer desde que el niño nace para transmitirlo con sumo cariño. Cuando los niños muestran impaciencia a menos que sea una emergencia, muéstrese calmado, explicando que no siempre su demanda puede atenderse de inmediato, ya que si perdemos el control notarán nuestra debilidad y tomarán la rienda.

Usemos el mecanismo de enseñar haciéndoles esperar por un lapso de tiempo antes de solucionar el problema. Indíqueles que serán atendidos, pero no ahora mismo, sino “al terminar de recoger sus juguetes, hacer la tarea o de almorzar”, así asimilarán el lapso de tiempo a esperar. Es bueno saber que hay actividades que ayudan a fomentar la paciencia, como por ejemplo, rompecabezas, adivinanzas, crucigramas, colorear, dibujar, deportes que generan disciplina, juegos de mesa. etcétera. Motíveles a ser paciente, haciéndoles ver que a veces son otros los que tienen que esperar por él. A principio es difícil, pero luego lo aceptarán como algo natural.