Un ejemplo para tus hijos

Eres un ejemplo para tus hijos en lo que dices o callas, en lo que haces y en lo que ocultas; en lo bueno y en lo malo. Eres su mejor ejemplo a imitar, que influirá en lo que serán y harán. Tu conducta les enseña cómo actuar, pues eres quien les dice sin decir, quien les prepara para caminar por el camino del esfuerzo o la corrupción, y los conduces al vacío o a la plenitud, al fracaso o al éxito. Aun sin que te lo propongas eres un ejemplo para tus hijos; procura entonces ser un buen ejemplo, porque de seguro en lo adelante no tendrás qué lamentar, sino que te sentirás bien contigo mismo, y si ellos no imitarán tu buen ejemplo, tu conciencia no te acusará.