Tatuajes tridimensionales

Desde tiempos remotos, los tatuajes se han utilizado para diversos fines. Para esconder cicatrices, por moda, rebeldía e incluso, por cultura, son los motivos más comunes. Así lo creen los tatuadores Juan Alberto Medina y Anderson Patrocinio, conocidos en el arte de dibujar como Juan Tattoo Ink y Kocko Tattoo.

Según estos profesionales, han evolucionado tanto la tinta como los diseños y las máquinas. Hay elementos que, en conjunto ayudan al diseñador a crear del dibujo un efecto de ilusión óptica haciendo parecer que el tatuaje sale de la piel. Estos son conocidos como tatuajes tridimensionales.

Otras novedades en el mundo del grabado de la piel son el tatuaje simétrico, acuarela, tribal, maorí y el neón. Este último tiene la particularidad de observarse solo con luces ultravioletas por estar hechos con una tinta especial que contiene químicos para producir este efecto. Es una opción muy buena para quienes deseen hacerse un tatuaje y que solo se pueda ver bajo estas luces, indican.

Las máquinas para tatuar han evolucionado. Por ejemplo, el tradicional instrumento que siempre se ha usado ha sido reemplazado por otros más avanzados, y algunos tatuadores lo prefieren. Se denomina rotativa, solo utiliza un motor, y produce menos ruido. Según los artistas, muchas personas asocian el dolor con el sonido y con esta nueva modalidad, les resulta menos difícil.

Sobre las tintas, coinciden en que también han avanzando. Antes se realizaban con químicos que daban alergias y algunas pieles lo rechazaban, ahora son hechas con vegetales, hojas e incluso agua.

Sobre el tema también habla la dermatóloga Emma Guzmán, quien trata sobre la eliminación de los tatuajes con diferentes procesos.

Mitos más frecuente sobre los tatuajes Un tatuaje es un dibujo grabado en la piel. Sin embargo, hacerse un tatuaje encierra un sinnúmero de mitos y creencias desde la antigüedad que aún persisten en estos días. Es por esto que tanto Kocko como Juan Tattoo coinciden en esclarecer algunas de las leyendas más comunes.

01 Los tatuajes no pueden ser impares: “Seguramente algún tatuador inventó el argumento de que las personas no deberían tener tatuajes impares, para poder continuar tatuando”, explican.

02 No se puede donar sangre: Kocko manifiesta que después de los ocho meses a un año de tatuarse se puede. Incluso tiene una campaña llamada “El tinta no daña mi pinta”, que consiste en convocar a tatuadores para que donen sangre.

Por otro lado, Juan aclara que esto se debe a que actualmente la tinta que se utiliza es a base de vegetales y no de químicos.

03 Una máquina para tatuar utiliza una sola aguja. La función de este utensilio dependerá del diseño que se realizará, pueden ser hasta siete agujas para un diseño.

04 El dolor no dependerá del color de la tinta. El dolor tendrá que ver cómo cada persona lo soporte, ya que hay pieles más sensibles que otras, manifiesta Juan.

05 Los tatuajes son adictivos. Ambos artistas coinciden en que esto tiene que ver con la adrenalina que la persona siente al momento de ser tatuado, por lo que gran parte de los tatuados desean volver a experimentar esta sensación.

06 Los tatuajes son costosos: Tanto para Juan como Kocko, los tatuajes son obras de arte y dependerán de la calidad de quienes lo hacen. En esto influye la experiencia obtenida como tatuador.

07 Los tatuajes son para siempre: Desde hace unos 10 años se han implementado procedimientos para la eliminación de este arte que permite que cualquier persona que se arrepienta o ya no quiera tenerlo pueda borrarlo de tal forma que parezca que nunca lo ha tenido.

Higiene del tatuador A la hora de realizar un tatuaje, los expertos recomiendan ciertos parámetros de higiene que debe tenerse presente:

Esterilizar el equipo reusable, como la máquina, luces y camilla. Usar guantes y utilizar una aguja nueva para cada dibujo que se vaya a realizar, ya que estos forman parte del procedimiento que el artista debe seguir para garantizar la calidad del trabajo y evitar infecciones y transmisiones patógenas.

Cómo cuidar el tatuaje: Cuando un individuo decide hacerse un tatuaje debe tener en cuenta que después de que la piel ha sido dibujada con tinta permanente, se toman ciertas medidas para no adquirir ninguna infección que pueda causar queloides que dañen por completo el diseño que han elegido.

Una vez se ha salido del estudio de tatuaje, se deben seguir las indicaciones de los profesionales del tatuaje, entre ellas:

No bañarse en piscina ni playa durante las primeras dos semanas.

Lavar el tatuaje dos o tres veces al día con jabones inodoros y luego aplicar una crema o gel avalada por especialistas para el cuidado y cicatrización.

No tener relaciones sexuales durante las primeras dos semanas, y no exponer la piel al sol.

¿Cómo quitárselo? La eliminación de los tatuajes es posible y según la experta en el tema, Emma Guzmán, está unida a las emociones del individuo, tomando en cuenta las cicatrices. “Actualmente los procesos de eliminación pueden ser de forma quirúrgica y por aplicación de láser qswich, que es específico para esos fines. En algunas oportunidades, anteriormente se empleaban sustancias químicas abrasivas y sales que por sus secuelas están en desuso”, explica la doctora.

Destaca que el objetivo es obtener un resultado estético, por lo que los procesos quirúrgicos se realizan para tatuajes pequeños que permitan un cierre directo y no hagan cicatriz queloide. Recomienda estar bien informado del procedimiento, puesto que el proceso tiene una duración de varios meses con resultados a largo plazo.

(+) IMPORTANCIA DEL LÁSER PARA SU ELIMINACIÓN Según la dermatóloga Emma Guzmán, “la eliminación con el láser Nd yad qswich es la más recomendada actualmente, ya que este haz de luz actúa en el pigmento produciendo un estallido de los macrófagos que digieren el color eliminándolo lentamente por lo que se requieren varias sesiones y no requiere anestesia”. En cuanto a la efectividad y número de sesiones, estos dependerán de cómo hicieron el tatuaje, la profundidad, el tipo de tinta, los colores y los retoques. La ventaja de este procedimiento, la técnica más moderna según Guzmán, es que la piel no presenta cicatrices.