Nido de delincuentes

Policías delincuentes, azote de América Latina. La policía latinoamericana: ¿fuerza del orden o fuerza del mal? Es una obra sacada de unas Selecciones del 2002, pero parece que es de la actualidad dominicana o más bien del mundo, debido a los hechos violentos que han cruzado todas las fronteras, las territoriales y las morales. Y nos preguntamos: ¿de dónde viene tanto mal?, ¿cuál ha sido el nido que ha incubado tanta maldad? Los políticos se matan y ofrecen de todo en las campañas electorales, y al llegar a los puestos se olvidan de las promesas y solo atinan a llenarse los bolsillos de todo el presupuesto que les asignan a sus carteras para resolver los problemas de las naciones. Luego cuando se ven arropados por situaciones tan difíciles como la erradicación de la delincuencia no encuentran dinero para enfrentarlas. Saben que el poder es un “botín” ajeno, pero igual poco les importan que en los hogares se críen individuos aptos y formales para la sociedad. Solo les preocupa el mantenerse buscando herramientas que les permitan tapar sus mentiras, engaños, infidelidades, malos tratos, violencia, etcétera. En tanto la infancia va creciendo en una sociedad copada por la corrupción, la cual inicia en el hogar, y se expande al ver que quienes nos mandan, tampoco hacen nada para detener esta práctica. Nadie está pendiente de qué está haciendo cada quien. Padres y madres que dejan a sus hijos a lo que Dios te depare, autoridades que no destinan los recursos necesarios para reducir la pobreza, y flagelos que se adueñan de la sociedad es el panorama que vive nuestra amada América Latina.

La integridad física y el patrimonio de quienes habitan en los pueblos deben ser cuidados por quienes los dirigen, pero desgraciadamente se ha descuidado tanto, pese a que todavía hay personas que confiamos en que algún día todo cambiará.