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CELEBRACIÓN

Espacio para lactar lactar

La primera sala de lactancia del país fue inaugurada en 2012 en la sede principal de la Dirección General de Impuestos Internos.

Ariadna Méndez tomó la decisión antes de quedar embarazada. Lactaría a su bebé al menos durante un año. Mientras esperaba la llegada de Ángel Enrique Pierre, que vino al mundo en enero pasado, hacía planes a fin de cumplir su propósito. Aparte de su licencia, acumuló días libres y vacaciones y, tras el nacimiento de su hijo, comenzó a crear un banco de leche.

“La decisión en estos casos es vital”, dice Méndez. El apoyo también. Y ella encontró parte de ese apoyo en un sitio aparentemente insospechado: en el trabajo.

Cuando regresó a sus labores en Puesto de Bolsa BHD León tuvo acceso a una sala de lactancia, espacio diseñado para que la madre extraiga y conserve su leche.

En funcionamiento desde noviembre pasado, la sala de lactancia de la institución financiera es apenas la segunda creada en el país. La primera fue inaugurada en julio de 2012 en la sede principal de la Dirección General de Impuestos Internos (DGII).

“Es muy importante el crear un espacio para que la madre pueda extraerse la leche de manera privada e higiénica”, dice Yanet Olivares, consultora en lactancia y líder de la Liga de la Leche.

Estos salones ayudan a resolver, al menos en parte, el dilema de las madres trabajadoras que anhelan que sus hijos continúen recibiendo los beneficios de la leche materna.

En las madres trabajadoras se enfoca la Semana Mundial de la Lactancia Materna 2015, que se celebra del 1 al 7 de este mes con el lema “Amamantar y trabajar, ¡logremos que sea posible!”.

Apoyo a empleadas que deciden lactar Por tratarse de la primera en el país, los creadores de la sala de lactancia de la Dirección General de Impuestos Internos (DGII) partieron de referencias internacionales para cumplir los requisitos de un espacio de este tipo.

En esencia, debe ser un área privada, limpia, cómoda, de ambiente relajado.

“La lactancia tiene mucho que ver con el estado de la madre”, explica Elizabeth Baret, doctora del Departamento de Salud Laboral de la institución. “Cuando la mamá está relajada, en un ambiente confortable, eso le facilita la extracción y la producción”.

La sala de la DGII, en cuya sede laboran alrededor de 1,100 personas, más del 50 por ciento de ellas mujeres, cuenta con cuatro cubículos privados, pero Elizabeth aclara que no todas las salas tienen que ser ambiciosas en términos de espacio.

“Con el simple hecho de que pueda haber un cubículo privado donde la madre pueda hacer la extracción es suficiente en cualquier institución”, dice la doctora.

Desde su apertura, informa Baret, esta sala ha sido utilizada por cerca de 50 mujeres que han hecho más de 4,100 visitas.

La sala de lactancia del Banco BHD León, inaugurada en noviembre atendiendo a las inquietudes de las mismas empleadas, ha sido usada hasta ahora por diez madres.

Cuenta con dos cubículos y, al igual que la sala de la DGII, en ella el ambiente se diferencia del resto de la institución. Una decoración en tonos pasteles, vinilos decorativos en las paredes, peluches y murales con las fotos de los bebés que se han beneficiado de la iniciativa evocan una guardería.

Tiempo El Código de Trabajo establece que, en una jornada laboral de ocho horas, una madre tiene derecho a tomar al menos tres descansos de 20 minutos cada uno para extraerse la leche; sin embargo, en la práctica esto puede variar.

Tanto las instituciones con salas de lactancia como las mismas usuarias han comprobado que este esquema no siempre se adapta a su realidad.

En la DGII las madres hacen, en promedio, dos pausas de 35 minutos cada una.

“La madre llega, higieniza sus equipos, se sienta, se extrae... en 20 minutos eso es prácticamente imposible”, comenta Baret.

Por contar con extractores eléctricos de grado hospitalario, las usuarias de la sala de lactancia del BHD León aprovechan bien cada descanso de 20 minutos.

“El extractor las ayuda a hacerlo muy rápido”, afirma Martha Peralta, vicepresidenta senior de Gestión del Talento.

Peralta informa que el 75 por ciento de las mujeres que laboran en la institución tienen menos de 36 años, es decir que están en edad reproductiva y por eso la institución se propone abrir una segunda sala de lactancia antes de concluir este año.

Tanto ella como Baret coinciden en que, al final de cuentas, el número de visitas diarias que la mujer haga a la sala de lactancia depende de su necesidad.

“Hay madres que tienen la necesidad de más porque su producción es mayor y hay madres que quizás la usan una sola vez al día porque su producción no es tan abundante”, argumenta Baret.

Ariadna Méndez, empleada del Puesto de Bolsa BHD León, cuenta que cuando regresó al trabajo tras finalizar su licencia visitaba el espacio hasta tres veces al día. Ahora acude dos veces y, si sus tareas en la oficina se complican, la usa solo una vez y se auxilia del banco de leche que tiene en casa para satisfacer la demanda de su bebé.

Debido al tipo de labor que realiza -atiende a clientes- Méndez no puede tomarse un descanso en cualquier momento que lo desee.

“Yo me debo a los clientes también y ellos son los que me tienen aquí y yo necesito estar aquí también para que Ángel Enrique tenga ciertas cosas”, comenta.

Otras usuarias coinciden en que resulta más conveniente aprovechar la primera hora de la mañana, justo antes de comenzar la labor, o el mediodía, ya sea antes o después de almorzar.

Manejar el tiempo sabiamente es uno de los tantos sacrificios que deben hacer estas trabajadoras por amor a sus criaturas. Cargar con extractores, transportar botellas o bolsas con leche, crear bancos de este alimento y a la vez cumplir con sus responsabilidades como empleadas demanda de ellas disciplina y compromiso.

En opinión de Valeny Ramírez, del área de Análisis de Crédito Banca Empresa de la institución financiera, “se necesita apoyo, información, decisión”.

El apoyo no se limita a disponer de un espacio privado e higiénico donde extraerse y conservar la leche. La creación de estas salas, tanto en el caso de la DGII como del banco, formó parte de programas de formación más amplios.

La institución financiera, además, modificó el contenido del kit que obsequia cada vez que una de sus empleadas da a luz. Ahora incluye un extractor manual que se conecta al extractor eléctrico y un estuche térmico en el que las trabajadoras pueden transportar la leche a sus hogares.

“Esto -aduce Peralta- es un programa educativo, más que una sala de lactancia”.

Pero la educación no se transmite solo en sentido vertical.

Multiplicadoras “A veces había gente que me decía: ‘Ustedes están como en una secta religiosa’, y yo les decía: ‘Sí, pero esta ‘secta religiosa’ va a ayudar a que mi hija no se enferme”.

La anécdota la cuenta Alexandra Jerez, empleada de Compras de la DGII que se interesó en el tema de la lactancia materna por estímulo de una compañera de trabajo que había sido pionera en el uso de la sala de ese organismo estatal.

“Por ella empecé a informarme más y, por ende, a utilizar la sala”, recuerda la madre de Alexa Robles, nacida en octubre de 2012.

Jerez se encuentra entre las casi 30 madres de la DGII que integran un grupo de apoyo sobre lactancia que se comunica por WhatsApp. También ha facilitado sus extractores de leche a compañeras que no disponían de uno propio.

En sus primeros meses de vida a Alexa “no le dio ni gripe”, asegura su madre.

Algo similar refiere Ramírez. Su primer hijo, al que amamantó apenas un mes y medio, era enfermizo, mientras que el menor hasta ahora no ha presentado problemas de salud.

La salud de sus hijos, que atribuyen a las múltiples bondades de la leche materna, redunda en beneficio de sus empleadores. Las madres de niños sanos trabajan con menos preocupaciones y faltan menos al trabajo.

((Valor Educación e información Educar e informar a las madres es lo primero que debe hacer toda institución que aparte un espacio para las trabajadoras lactantes.

“Una madre informada tiene un efecto multiplicador”, afirma Yanet Olivares, consultora certificada en lactancia materna.

Aunque no es lo mismo usar un extractor que dar el pecho, pues no hay contacto físico madre-hijo, Olivares destaca que las salas de lactancia permiten que los bebés reciban los beneficios de la leche materna aun cuando sus progenitoras deban salir a trabajar.

“Las madres no pueden llevarse a los niños al trabajo y esto (extraer la leche en la empresa y almacenarla) es algo que las madres pueden hacer por ellos desde su trabajo”, destaca la experta.

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