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Terapia

Dificultad de aprendizaje en la escuela

Distracción. Hay niños que pierden la concentración de manera fácil, otro factor que dificulta el aprendizaje. Los maestros deben de estar pendientes de cada conducta de estos.

Distracción. Hay niños que pierden la concentración de manera fácil, otro factor que dificulta el aprendizaje. Los maestros deben de estar pendientes de cada conducta de estos.

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Jessica BonifacioSanto Domingo

En la escuela cada quien tiene su labor, el profesor la de enseñar y el estudiante la de aprender.

Pero ¿qué pasa si algunos no aprenden a la velocidad que enseña el profesor?

Aunque el maestro tenga la intención de instruir a todos sus alumnos, alguien no aprende con la rapidez que lo hacen los demás, porque su proceso de aprendizaje es más lento, expone Valerie Ega, psicóloga.

“Esto no quiere decir que el niño, niña o adolescente, no sea inteligente”, dice.

Dificultad Los niños pueden presentar debilidades en la escritura, al desarrollar ejercicios matemáticos, realizar tareas o llenar exámenes, entre otros.

“Un niño que tiene dificultades en codificar y no comprende las palabras al leer, que no maneja de manera adecuada el espacio en la mascota para escribir, y tiene problemas de atención y concentración, debe ser observado en el aula, la casa, y debe ser asistido en terapia”, señala Ega.

Manifiesta que los primeros en detectar esta condición deben ser los maestros, por ser los que trabajan directamente con los alumnos.

La terapia es esencial, por eso los padres tienen la responsabilidad de llevar al infante al terapeuta social o psicólogo especialista en aprendizaje.

“La psicología educacional tiene el papel de la detección e intervención a nivel escolar”, resalta Ega.

En el caso de los padres, deben preguntarse por qué sus hijos tienen bajas calificaciones, lo cual refleja un problema, asegura Ega.

Según Ega es evidente que “algo está fallando en el proceso de aprovechamiento, quizás por un problema emocional, que no permite que los niños desarrollen sus habilidades”.

Esta condición puede afectar desde primero de básica.

Aunque no siempre es el caso, hay indicadores que también pueden detectarse en los niños de preescolar, que tienen problemas para comunicarse, desde muy pequeños muestran dificultad para gatear o caminar, o lo hacen tarde.

Acondicionamiento en la casa y en la escuela Ega dice que a los niños que trabajan lento, por ejemplo, hay que permitirles un tiempo extra para que puedan realizar su labor sin problemas.

“Si le asignan tareas que son largas, los maestros deben darle más duración, buscarle lecturas sencillas o pedirle al niño que llene menos preguntas de un cuestionario, y en el examen concederle un período más largo”, explica la psicóloga.

Lo correcto es que el límite del niño esté ajustado a sus posibilidades.

En la escuela lo preferible es sentarlo cerca de la pizarra, estar más pendiente; si se desconcentra tratar de que vuelva a centralizarse. “Es ayudarlo a organizarse a nivel de su espacio, y guiarlo de manera correspondiente, en lo cual los padres deben involucrarse”, asegura Ega.

Terapia La terapia ejercita el cerebro, para desarrollar las habilidades y corregir las dificultades.

Para cada área hay ejercicios de actividades que se realizan en terapia que fortalecen o desarrollan la destreza del niño.

Cada niño marca el paso en la terapia y va avanzando en las áreas que hay que intervenir, expone la psicóloga.

Mientras más temprano se detecta este impedimento en la capacitación del infante, no agravará con el tiempo, sin embargo, si pasa el tiempo y no se ayuda al infante, este se queda atrás en conocimiento.

Al respecto, la psicóloga explica: “Por ejemplo, si el niño está en quinto de primaria y su inteligencia corresponde a la de uno de tercer grado, sigue pasando de curso pero como sus debilidades no han sido trabajadas se le quedarán lagunas”.

Es la causa por la cual todo lo que se le enseñe nuevo lo verá más complejo.

En casa Si el comportamiento que tiene en la escuela se debe a problemas emocionales que se derivan de la falta de convivencia en el hogar, esto puede ser más problemático, considera la psicóloga.

Esta realidad se puede observar en la escuela cuando solo se logra ver a los padres en el momento de recoger las calificaciones, una vez al año.

“Los terapeutas suplimos una porción en el tratamiento, que debe ser también de los padres, estos deben cumplir con su rol en el hogar y la escuela”, afirma Ega.

En este problema debe tratarse la autoestima del niño, puntualiza.

Campamento El programa de verano “Summerthink” está dirigido a niños desde primero de básica a cuarto de básica. Ha sido diseñado para reforzar y desarrollar las habilidades cognitivas necesarias para el aprendizaje.

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