Palacio de Justicia de Ciudad Nueva parecía ayer un gigante dormido

A las seis de la tarde de ayer, sábado, el Palacio de Justicia de Ciudad Nueva, donde permanecen ocho de los imputados en el caso de Odebrecht, parecía un gigante dormido.

Contrario a los días anteriores en los que producía el traslado de los encartados en el expediente, que había un hervidero de periodistas, camarógrafos, curiosos vociferantes y el natural contingente de la escolta de protección, la calma de ayer ers inusitada.

Un vehículo de la Unidad Topo, con seis agentes ubicados en el lateral derecho del Palacio de Justicia, en la calle Arzobispo Portes; un camión de Operaciones Especiales de la Policía Nacional, en la parte trasera del edificio, calle Francisco J. Peynado y una camioneta de los Swat, hacían guardia, antes de ser relevados sus hombres por otros equipos.

No faltaban los curiosos que iban de un lugar a otro, ni la bachata de ritmo acompasado en el colmadito de la esquina.

A las siete de la noche los reporteros se toparon con el dirigente del Partido Revolucionario Moderno (PRM), César Cedeño, que salía a paso lento y que de buen ánimo dijo estaba visitando a su compañero de organización, Andrés Bautista.

En la noche, las calles aledañas lucían en penumbras. Un grupo de jóvenes, no muy distantes, jugaban baloncesto en las cercanías del Parque Eugenio María de Hostos.