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PANORAMA POLÍTICO

Medina mantiene una alta valoración

Compromiso. Las visitas sorpresa siguen siendo soporte de la popularidad que aun mantiene el presidente Danilo Medina.

Compromiso. Las visitas sorpresa siguen siendo soporte de la popularidad que aun mantiene el presidente Danilo Medina.

A un año y días de su reelección en mayo de 2016, el presidente Danilo Medina, contra viento y marea y los escándalos derivados de los sobornos de la empresa brasileña Odebrecht, sigue con valoración alta afincado en las visitas sorpresas y su empeño en la educación.

Eso no es lo que dicen algunos publicistas adversarios, que han tildado al gobierno de Medina como el peor que ha tenido la historia y que buscan con la divulgación de los nombres de personas sobornadas, desbancarlo del puesto que ganó sin discusión.

Medina obtuvo un poco más del 62% de la preferencia electoral en las últimas elecciones y antes de los comicios, las encuestas decían que contaba con el favor de hasta el 80% de la población, lo que indica que tenía a los suyos y a los otros.

De un año acá la situación política se ha deteriorado en el sentido de que, el gobierno tiene a cuestas el desgaste natural del primer año de un segundo mandato, su partido está algo fragmentado y el pánico cunde entre quienes podrían ser nombrados como sobornados.

El gobernante dominicano está muy lejos del norteamericano, Donald Trump, a quien las encuestas le asignaban el fin de semana un 38% de aprobación, la menor para un presidente en los primeros meses de su ejercicio en 70 años.

A Medina lo beneficia la impresión que en el fondo tienen muchos dominicanos, que el problema de la corrupción y la impunidad, en el caso del escándalo de Odebrecht, no es algo de vida o muerte, porque al menos las libertades públicas se han mantenido sin variación.

Que actúe la justicia Medina ha dejado que sea la justicia, en el caso, el Procurador General de la República, Jean A. Rodríguez, quien maneje el voluminoso expediente de la Odebrecht, cuyos legajos llegaron desde Brasil el pasado 17, tal como había prometido el magistrado.

Es probable que los opositores, que primero escalaron hasta el antedespacho del funcionario y luego intentaron montar un “campamento” frente al edificio del poder judicial, pensaron que era posible que se abrieran las cajas sin mayor rigor para conocer el contenido.

La gente olvida que el mayor escándalo político que ha tenido lugar en los Estados Unidos y que llevó a la caída del entonces presidente Richard M. Nixon, duró dos años y meses, desde junio de 1972, hasta septiembre de 1974, cuando el presidente fue perdonado por su sucesor, Gerald Ford.

Quien llevó ese caso, un abogado de los del número del Distrito de Columbia, John Sirica, resistió todas las presiones que dimanaron del poder. El caso llegó a la Corte Suprema que dictaminó unánime la entrega de las cintas que se grabaron en el edificio Watergate, donde tenía su sede el Partido Demócrata. Al parecer, en la República Dominicana existe una cierta sospecha entre los que reclaman contra la corrupción y la impunidad, por el sesgo que pudiera tener el proceso, en el cual la opinión considera hay muchos nombres sonoros, gente que ha estado en negocios públicos durante años.

En los últimos días en la prensa escrita se han publicado diversos artículos que analizan el estado de odio en que pudiera encontrarse alguna parte de la sociedad dominicana. El odio no tiene que ver mucho con la política, ni con que el régimen de Medina, ya sea malo como dicen.

La prensa le dio algún realce a la denuncia que formuló el Frente Agropecuario del Partido Revolucionario Moderno, PRM, de que José Ramón Peralta, el ministro administrativo de la Presidencia se esté beneficiando de importaciones de granos que las empresas de su familia han realizado por largo tiempo.

Ante la reacción airada del ministro Peralta, dando un plazo de 48 para que se presentaran las pruebas en su contra, los denunciantes optaron por callar. Se dice que en las altas esferas del PRM la acusación intempestiva del Frente no fue bien recibida.

Durante el régimen de Medina las escuelas han sido beneficiadas, se ha ido extendiendo poco a poco el programa de tanda aumentada que incluye la comida, se han elevado los salarios de maestros, médicos y últimamente, se fijó en 35,000 pesos el sueldo de los agrónomos.

Las últimas revelaciones del caso Diandino Peña, de quien se dice que tiene una fortuna multimillonaria, aunque alegó en dos ocasiones que vivía con RD$150,000.00 que era su salario nominal como director del Metro de Santo Domingo, han alimentado al morbo.

Lo que podría interesar en el caso de la Odebrecht no es tanto saber quiénes integraban el grupo de privilegiados que recibió los sobornos, sino “que se haga justicia con el país caiga quien caiga”, como en algún momento dijo el procurador Rodríguez.

El país no está tan mal La República Dominicana no está tan mal si se compara con países vecinos como Puerto Rico, en quiebra, con 72 mil millones de pesos en rojo que no tiene manera de como equilibrar. Tampoco está peor que Venezuela, por la cual clama el mundo, dadas sus carencias.

Las cifras del Banco Central dominicano dicen que la economía sigue creciendo al ritmo esperado sobre el 5%, mayor que la mayoría de los países de la región, con una inflación baja y una devaluación del peso dominicano moderada.

En África, la esperanza de científicos para encontrar la cura de muchas enfermedades, tiene casi la mitad de sus países en manos de dictadores rancios, que además de permitir la corrupción familiar y haberse perpetrado en el poder, no aceptan que los opositores hablen.

Zimbabue, que preside Robert Mugabe desde 1987, el presidente más longevo del mundo con 93 años, ha impuesto la tortura y ha suprimido todo tipo de disidencia, aparte de dilapidar el erario público sin ningún tipo de escrúpulo, para su numerosa familia y esposas.

En la República Guinea Ecuatorial, el dictador Teodoro Obiang, está en el poder desde agosto de 1979. Obiang, un paria internacional, tiene a su hijo Teodorín, en su traba afilándole las espuelas para cuando se produzca el relevo seguir explotando a ese pueblo.

En Rusia, los adversarios del presidente Putin no pueden levantar las manos para denunciarlo porque los servicios de seguridad se las cortan de un tajo. Es una dictadura de ópera bufa, con un dictador extravagante que tiene 20 palacios y 50 aviones a su servicio.

A Medina sus adversarios lo pueden acusar de haber sido flojo con los corruptos, en gran mayoría heredados del régimen anterior de su mismo partido, durante cuyo desempeño comenzó a operar la empresa brasileña Odebrecht, objeto ahora de los escándalos.

Si Medina hubiese botado a los llamados corruptos de su partido y a algunos acompañantes que simplemente se pasaron al lado de la Marcha Verde, dejando atrás sin redimir los préstamos privilegiados y las ventajas del poder, le habría ido mejor.

Medina ha sido escrupuloso en el respecto a las libertades públicas, no ha mandado a nadie a prisión a pesar de que se le insulta todos los días, inclusive por boca de “agitadores líricos”, publicistas y partidarios de la oposición bien ubicados en los medios.

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