Cambita y Sabana Perdida
Defensor del Pueblo lleva alimentos a los afectados
El Defensor del Pueblo llevó alimentos y agua embotellada a residentes en comunidades de San Cristóbal y Santo Domingo Norte, que fueron afectadas por las fuertes lluvias acaecidas en el país en los últimos días. La entidad auxilió durante dos días, jueves y viernes de esta semana, a los moradores de Cambita Garabitos y Sabana Perdida, del municipio Santo Domingo Norte, estos últimos recibieron donaciones para 340 familias afectadas.
Ayer, la Defensora del Pueblo, Zoila Martínez Guante, visitó el área afectada en Cambita Garabitos, junto al alcalde de ese municipio, Gerson Rosario.
En la entrega de las raciones, la delegación del Defensor del Pueblo estuvo acompañada de representantes de los ayuntamientos y del Cuerpo de Bomberos de cada lugar.
La institución entregó también alimentos en el sector La Cucaracha, del municipio Santo Domingo Norte, donde residen más de 75 familias, que al penetrar el río Ozama en las calles han tenido que alojarse en casas de vecinos, carpas hechas con lonas, ubicadas en las calles menos afectadas, lugares donde tienen sus pertenencias, colchones, electrodomésticos, ropa, entre otros.
De igual forma, en el sector Los Coordinadores, de ese mismo municipio, donde hay 260 casas inundadas y 19 personas afectadas, se encuentran durmiendo en dos colchones bajo una lona, quienes solicitan ser trasladadas a otro lugar.
La señora Altagracia Ramírez, residente en el lugar, afirmó que el agua del río se encuentra estancada en las calles y los niños están durmiendo en casas de allegados y en una casa deshabitada que ha sido utilizada como refugio de algunos afectados, mientras otras personas duermen en las calles bajo lonas.
Hace más de tres semanas que muchas de las personas residentes en comunidades vulnerables del país se encuentran sin alimento ni agua potable y expuestas a contraer enfermedades debido a la insalubridad.
Mientras, en el sector el Majagual, además del desbordamiento del río Ozama, el mal olor de sus aguas y la contaminación mantienen afligidas a personas que viven en pobreza extrema.