PANORAMA POLÍTICO
Efectos del choque Trump-Congreso
Respaldo. El 56% de los estadounidenses rechaza la pretención del presidente Donald Trump de eliminar el Obamacare, sólo el 17% le ha dado su apoyo al proyecto.
La derrota el viernes del programa de reforma sanitaria del presidente Trump, que pretendía sustituir al llamado Obamacare, del presidente antecesor, es un golpe tan grande que amenaza otras propuestas como el muro en la frontera con México, el aumento del presupuesto de las Fuerzas Armadas y la reforma impositiva.
Si el golpe ha sido duro para el gobernante que lleva dos meses al mando de la Casa Blanca, igual pudo serlo para el líder de la mayoría republicana en la Cámara de Representantes, Paul Ryan, visto como un candidato potencial para las elecciones del 2020 si el presidente Trump no quisiera o no pudiera ir a la reelección.
La derrota en la Cámara de Representantes, donde una facción de los republicanos se unió a la minoría demócrata para rechazar la propuesta presidencial, indica la gravedad de la división del Partido Republicano.
Ante la imposibilidad de tener los votos necesarios para su reforma, Trump optó por retirarla, dejando vigente la de Obama.
El suceso político que concitó la atención de los norteamericanos y de buena parte del mundo vinculado con los Estados Unidos, significó una derrota personal para el líder de la mayoría republicana, Paul Ryan, pero un triunfo para la tenaz líder de la minoría demócrata en la Cámara, Nancy Pelosi.
Trump quiso poner la mejor cara posible, como dijo The New York Times en su edición de ayer, al llamar desde un número desconocido al diario y explicar sus razones. Una llamada similar hizo a The Washington Post, los dos medios escritos más influyentes del país y látigos del presidente desde que se lanzó a la campaña.
Tras la persistencia del Obamacare frente a las promesas de Trump de imponer una reforma sanitaria que según los críticos, dejaría a 24 millones de ciudadanos sin seguro médico, los inversionistas pensarían que el gobernante no podrá echar adelante la reforma impositiva que se cree beneficiará mayormente a los ricos.
La prensa en general de los Estados Unidos y los principales países relacionados analizó ayer mismo el nivel de la derrota para un gobierno que está lejos de cumplir los 100 días.
En México fue una razón de risa contenida por las humillaciones que ha sufrido ese país en el afán de Trump de construir el muro.
La ex candidata a la presidencia de la República, Hillary Clinton celebró en un mensaje la derrota de la propuesta presidencial y aseguró que el voto de la Cámara de Representantes “es una victoria para todos los estadounidenses”. El ex presidente Obama había exhortado a los congresistas a rechazar el programa sanitario de Trump.
Mayoría rechaza La mayoría de los electores rechazaron la propuesta de Trump 56% a 17%, según la encuesta que publicó el jueves la agencia de la Universidad Quinnipiac.
Según la encuestadora el 53% de los entrevistados consideraba a Trump una persona deshonesta, 63% que no da la talla y 58%, que está haciendo más por dividir el país que por unirlo.
En su última encuesta antes de la votación del pasado viernes, la empresa de comunicaciones CBS dijo que el 44% de los electores entrevistados aprueba la gestión económica del presidente. Un 53% considera que el mandatario no maneja bien la política exterior.
Según los medios escritos y televisivos, especialmente CNN, considerada crítica de Trump, muchos norteamericanos que votaron por el presidente en las elecciones del pasado noviembre están ahora decepcionados, en parte por su propuesta para la reforma sanitaria fallida que les afectaría.
El presentador de la televisora CNN en la edición nocturna, Don Lemon, dijo ante sus invitados en un panel con personalidades, que Trump había tenido su peor semana desde que juró el cargo en enero pasado.
El periódico Político llamó “debacle” en el Partido Republicano el retiro de la reforma sanitaria de Trump.
La política exterior El presidente Trump ha tenido roces con varios gobernantes, el peor de ellos con la canciller de Alemania, Angela Merkel, la cual se distanció de las políticas del estadounidense sobre todo de la inmigración.
Trump se negó a estrechar la mano a la gobernante durante una reunión frente a la prensa en su despacho.
El primer choque diplomático el presidente Trump lo tuvo con el gobierno de México, que ha rechazado cooperar en la construcción de un muro. Al mismo tiempo México parece buscarle la vuelta al gobierno norteamericano al encabezar un grupo de países de la OEA que buscan sancionar a Venezuela, un interés norteamericano.
El grupo de 14 países, alentado por el gobierno de Trump, no incluía a la mayoría de los países caribeños entre ellos la República Dominicana, que a última hora del viernes no había decidido votar en la OEA contra Venezuela. La canciller de ese país, Delcy Rodríguez, hablaría mañana lunes en la OEA antes de una votación el martes.
A la República Dominicana no le convendría tener dificultades con el régimen de Trump, pero tampoco pudiera estropear sus relaciones con Venezuela, con la cual comparte intereses en la Refinería Dominicana de Petróleo. El hecho de que mandara a su hijo Eric a visitar un resort en el Este dominicano, a los diez días de juramentarse, indicaría que el gobernante tiene asuntos pendientes aquí.
Pese a que perdió la batalla en la Cámara de Representantes, Trump no se siente rendido. Echó la culpa del retiro de su propuesta sanitaria a la señora Pelosi y al senador Schumacher, de New York. Fiel a sus pronósticos optimistas Trump dijo el viernes: “no se preocupen que todo está bajo control”.