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TOCANDO LA TECLA

Gobierno compartido de blancos y morados

CUMPLIENDO SU PROMESA ELECTORAL, DANILO MEDINA LLEVÓ AL GABINETE A VARGAS MALDONADO Y A JANET CAMILO

La designación del ingeniero Miguel Vargas Maldonado como ministro de Relaciones Exteriores --objeto de comentarios y especulaciones casi dos semanas después de producirse--, puede terminar siendo una de las decisiones políticas de mayor significación del Presidente Danilo Medina en su empeño de hacer un gobierno inclusivo.

Ese paso se produjo como derivación natural de la alianza entre el gobernante Partido de la Liberación Dominicana y el Partido Revolucionario Dominicano y demuestra que, como dijeron entonces sus dos protagonistas, iría más allá de una coalición electoral.

Con ello, el Presidente Medina profundizó la política de alianzas de su partido, re-fortaleció su candidatura con vistas a las elecciones del pasado 15 de mayo --que ganó abrumadoramente--, y garantizó que presidiría un gobierno de mayorías con la capacidad decisoria para colocarse por encima de las zancadillas de la oposición.

De paso, Medina aseguró con Vargas Maldonado que el acuerdo entre ambas organizaciones políticas fue también programático y estratégico, y colocó a su partido en el camino de quitarse de encima el sambenito de “comesolo”, y al enriquecer su gobierno con nuevas figuras, lo dotó también de nuevas ideas con nuevas miras.

Dependerá de cómo esos dos partidos y, sobre todo, de cómo sus líderes administren su asociación política para que la alianza que comienza a compartir posiciones en el gobierno sea de largo aliento y que derive en un sólido compromiso común para fortalecer la institucionalidad democrática dominicana.

... Lo que obtiene el PLD La ganancia para el Partido de la Liberación Dominicana y para el Presidente Medina parece clara: la alianza con el Partido Revolucionario Dominicano y con Vargas Maldonado es una potencialidad. Las perspectivas son muy buenas; los dos partidos y sus líderes han dado muestras de trabajar juntos y de colaboración cercana.

Vargas ha asumido la responsabilidad de conducir la Política Exterior dominicana en su mejor momento. Es ahora mismo vicepresidente a nivel mundial de la Internacional Socialista, y ostenta la presidencia latinoamericana de esa organización.

Sus contactos en el exterior son muchos y con líderes políticos importantes, algunos de los cuales encabezan los gobiernos de sus respectivas naciones. Esa es una relación a la que Vargas, como canciller, puede sacarle mucho provecho en beneficio de su país.

En su presentación ante el cuerpo diplomático el jueves pasado, el nuevo ministro planteó una agenda sólida de propósitos, con salientes que no dejan lugar a dudas de que trabajaba el tema con anterioridad a su designación, señal de que no habrá improvisaciones.

“Ö Comienza por casa”

Con inteligencia, el nuevo canciller dijo que la política exterior comienza por casa y pidió a los embajadores que le sometieran cuantos obstáculos impiden una comunicación eficaz entre el ministerio de Relaciones Exteriores y las misiones diplomáticas en Santo Domingo. Se avizora una gestión más pendiente del liderazgo que el país debe ejercer en el área y mayor incidencia en las organizaciones multilaterales y de una reconsideración a fondo del trabajo de nuestras embajadas.

Como presidente de una organización política dominicana, es lógico pensar que Vargas tiene compromisos partidarios a los que se sentirá compelido a atender, pero se equivocan los que crean que el camino que transitará incluye la “perredeización” del MIREXÖ Nada debe estar más lejos de las intenciones del presidente del PRD.

Como sus adversarios políticos están apostando a su fracaso a cuenta de esa conjetura, Vargas sabe que la garantía de su éxito en el puesto pasa por una gestión caracterizada por la efectividad y la transparencia. Es una posición cargada de los inacabables desafíos de un mundo cambiante, ideal para que un líder se luzca y proyecte su figura.

Ha llegado al ministerio de Relaciones Exteriores casi al mismo tiempo que el Presidente promulga la nueva Ley Orgánica, una pieza que llevaba ocho o nueve años atascada en el Congreso, y esto le da a su gestión un tono inaugural.

Es como una invitación a recrear la institución, a transformarla, a sacarla de los viejos moldes de una legislación dictada hace más de medio siglo, que se correspondía con una realidad del mundo que ya no existe, y a convertirla en el ministerio efectivo que nunca ha logrado ser.

¡A profesionalizar... Vamos! Vargas tiene en sus manos la tarea de profesionalizar el servicio exterior, fortalecerlo y hacerlo responder a las cambiantes realidades del presente. Llega al puesto con un mapa claro para caminar por el territorio que es la Cancillería dominicana, y tiene en sus manos la herramienta para articularla en forma que cumpla cabalmente con su importante cometido de ejecutar la Política que orienta el Presidente de la República...

Ö Porque además de dirigente político de larga data, Vargas es un empresario exitoso en los campos de la construcción y del mercado inmobiliario. Es, demostradamente, un buen administrador. Y son buenos administradores los que se necesitan en las funciones públicas, en las que ha habido muchos ejemplos de funcionarios que llegan sin haber nunca administrado ni un racimo de plátanos.

Hacer que la Cancillería funcione como Dios manda es el camino seguro para que el Servicio Exterior sea eficaz y para que la Política Exterior dé los frutos que están planteados en sus lineamientos.

Para obtener los logros que se ha estado planteando el Presidente Medina -defensa de la soberanía nacional, servir al comercio exterior, atraer inversiones, promover el turismo, proteger a los dominicanos que residen en el exterior-, primero que todo la Cancillería tiene que ser efectiva, y para serlo necesita contar con recursos humanos capaces y una dirección con objetivos que se cumplan al pie de la letra.

En segundo lugar, la Cancillería debe jugar su singular papel de coordinación con todas las instituciones gubernamentales cuyas actividades las vinculan con el exterior, de manera que se le reconozca en la práctica una responsabilidad que le asigna la legislación.

Las tareas pendientes... De entrada, la gestión de Vargas tiene varios eventos trascendentes vinculados con la Presidencia Pro Témpore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y la candidatura de República Dominicana a un puesto en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en 2018.

Ganar esa posición sería un hito histórico para la diplomacia dominicana que habría que colocar en el haber del Presidente Medina y del canciller entrante, dado que sería la primera vez que nuestro país ocupe tan importante posición. La del Consejo de Seguridad no es sólo clave para colocarnos bajo las luces de la comunidad internacional, sino para alcanzar un logro que Vargas acaba de señalar entre sus metas: tener mayor influencia en los organismos internacionales.

Nuestra actual condición de presidente Pro Témpore de la CELAC debería servir como pivote al nuevo canciller para negociar los apoyos necesarios de la totalidad de las naciones que integran esa formación regional que le garanticen un camino desbrozado hacia ese puesto.

Preparar la Cancillería y procurar el inmediato fortalecimiento de nuestra Misión Permanente ante las Naciones Unidas con vistas a esa aspiración deberá figurar entre las prioridades del nuevo Canciller, quien para ello cuenta con el apoyo sin retaceos del Presidente Medina La Tecla se va de vacaciones... Era justo después de casi cinco años sin faltar un solo domingo, exceptuando el anterior que se quedó con la mente en blanco. Pocos los saben y la mayoría ni siquiera lo imagina, pero escribir este trabajo de fondo cada semana es extenuante para quien tiene, además, la encomienda de escribir una columna diaria...

... Como de costumbre, Listín fue pródigo en generosidad, en tolerancia, en respeto a las ideas acogiendo con absoluta libertad --muchas veces contrariando su línea editorial--, los análisis y opiniones del autor y respetando cabalmente sus particulares puntos de vista sobre las ocurrencias nacionales.

Para La Tecla serán unas vacaciones sin sol y sin arena, tal vez mojándose más allá de lo recomendable... ¡Pero es lo que ha hecho siempre en el último medio siglo!

“Me voy pero volveré” --frase lapidaria del general Douglas MacArthur-- al abandonar Las Filipinas en un momento crucial de la Segunda Guerra...

¡... No dijo cuándo lo haría. Pero volvió!

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