SANTIAGO
Más niños haitianos mendigan en las vías
Las autoridades están conscientes de que sí existe un tráfico de niños desde el vecino país de Haití, para mendigar en las calles.
Los niños haitianos más pequeños brincan, juegan y corretean en medio de las calles; los más grandes cuando la luz de los semáforos cambia de rojo a verde, se tiran sobre los vehículos para pedir dinero.
Mientras mujeres con niños en los brazos se unen a los menores que piden dinero, no sólo en los semáforos, sino en los elevados, parques, plazas comerciales y otros lugares de Santiago.
Este es el fenómeno de la mendicidad haitiana en Santiago, el cual había desaparecido desde hace tres años, pero el aumento significativo del tráfico de haitianos, principalmente de niños, niñas, adolescentes y mujeres, ha provocado el resurgimiento en esta ciudad, preocupando a diversos sectores.
Las bandas que incitan a estos niños, niñas y mujeres a pedir en las calles, aprovechan que desde hace meses Migración mantiene suspendidas las repatriaciones de extranjeros ilegales en esta ciudad y otras del Cibao.
Diversos sectores y las propias autoridades han expresado preocupación por el aumento significativo del tráfico de inmigrantes indocumentados, principalmente de mujeres y niños por la frontera de Dajabón, y la mayoría son traídos a Santiago para obligarlos a pedir en las calles y a muchas de las adolescentes incitarlas a la prostitución. El presidente de la Central Nacional de Trabajadores del Transporte (CNTT), Juan Marte, en declaraciones al Listín Diario, define de grave la situación, porque muchos de esos niños cuando hay cambio de luces en los semáforos se lanzan a los vehículos y muchos conductores se han visto al borde de atropellarlos inadvertidamente.
El dirigente choferil manifestó que muchos de esos niños son pequeños y, por tanto, los conductores no los ven cuando se abalanzan sobre los autos.
El chofer Carlos Miranda declaró que cuando esperaba el cambio de luz del elevado ubicado en la Avenida Estrella Sadhalá de Santiago, frente al Monumento, por poco comete una tragedia cuando cuatro niños haitianos jugaban a las “escondidas”, y dos de ellos se colocaron debajo de su vehículo.
“Por suerte que uno más grande me avisó que debajo de mi carro había dos niños ocultos, me desmonté y los obligué a que salieran, creo que las autoridades tienen que buscar una solución a esto, porque se exponen a ser atropellados”, indicó el tranportista.
El exdirector de Migración, José Ricardo Taveras, consideró preocupante el tráfico de personas por la frontera, principalmente de niños y niñas de origen, así como la mendicidad que ejercen en las calles.
El exfuncionario manifestó que en su gestión tuvo la experiencia, a través de su política intergerencial y con la integración del Ministerio Público, el Ministerio de Defensa, Conani, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y otros organismos, de controlar un poco la situación.