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Horas extras para educar

LOS ÚLTIMOS TRES PRESIDENTES DOMINICANOS HAN RECONOCIDO SU INVALUABLE CONTRIBUCIÓN A LA EDUCACIÓN DE LA JUVENTUD

Reconocimiento. La profesora Ysabel Yolinda Thompson Nelkitts, ganadora de la Medalla de Oro al Mérito Magisterial 2015, en la categoría al Honor Pedro Henríquez Ureña, se ha destacado por su preocupación por el medio ambiente y la salud preventiva.

Reconocimiento. La profesora Ysabel Yolinda Thompson Nelkitts, ganadora de la Medalla de Oro al Mérito Magisterial 2015, en la categoría al Honor Pedro Henríquez Ureña, se ha destacado por su preocupación por el medio ambiente y la salud preventiva.

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Bethania ApolinarSan Pedro Macorís

Ysabel Yolinda Thompson Nelkitts: Una maestra consagrada, que ha dedicado su vida a la docencia, preocupada por el medio ambiente y la salud preventiva. Siempre ha creido en la juventud y no concibe un maestro sin vocación.

La invaluable contribución de la profesora Thompson Nelkitts a la educación ha sido reconocida por los últimos tres presidentes que han dirigido los destinos de la República Dominicana.

“Yo creo mucho en los jóvenes, pero eso no significa que no le exija cumplir con su deber, pero sin faltarles el respeto”, dijo. Asegura que cuando el maestro ocupa al estudiante no tiene mucho tiempo para “juntiña dañina”.

Entiende que el maestro que le regala las notas a un estudiante no lo ama. “Yo no le regalo nota a los estudiantes, tienen que ganarse las notas, porque cuando se inserten en la vida laboral el empleador no le va a regalar su dinero. Entonces ellos tienen que aprender a ganarse sus notas”.

Sus estudiantes la definen como una maestra muy activa, dinámica, que se sale de la rutina, pero respetuosa.

Con 37 años de ejercicio profesional no quiere retirarse sin lograr que en todas las escuelas de San Pedro de Macorís haya un maestro dedicado a la protección del medio ambiente y a la salud ambiental.

Su preocupación por el medio ambiente y la salud preventiva, forma parte de sus enseñanzas en la asignatura de biología y química a los estudiantes de primero y segundo del bachillerato del liceo Gastón Fernando Deligne, de San Pedro de Macorís, donde labora desde hace 23 años.

La ganadora de la Medalla al Mérito Magisterial 2015 se inició en la docencia como profesora de inglés, luego impartió lengua española, sociales y posteriormente fue encargada del área de biología y química que fue la que estudió.

Desde el 2009 coordina un grupo de salud preventiva que trabaja principalmente con la tuberculosis, para lo cual visitan varios centros educativos y bateyes dando charlas sobre esta enfermedad.

Este año también inició la campaña “Cero Basura”, mediante la cual los estudiantes aprenden a evitar la contaminación del medio ambiente y se convierten en multiplicadores en sus sectores.

Satisfacción Su mayor satisfacción es ver que sus estudiantes llegaron a ser profesionales; pero se muestra preocupada por los estudiantes que se inclinan por la educación sin tener una real vocación para la enseñanza.

“Mi mayor preocupación es que una persona estudie educación sin tener la vocación”, señala Thompson Nelkitts, quien lamenta escuchar a maestros decir que están explotados con apenas cinco años de ejercicio.

Asegura que la educación es un sacerdocio. “Cuando un profesor no tiene vocación puede dañarle la vida a un estudiante, crearle más frustraciones”, agrega.

Aboga porque a las personas que van a estudiar educación se les aplique una evaluación que determine si esa es su vocación, tras considerar que algunos optan por el magisterio buscando la estabilidad económica que, a su juicio, proporciona hoy día esta profesión.

Además de la docencia, Ysabel Yolinda es especialista en patrones y confección de trajes de baño, y su próximo reto es diseñar los trajes de baño que utilizará la cadena de Univisión para los concursos de belleza.

Pese a que ejerce la docencia desde hace casi cuatro décadas, se mantiene actualizada con las tecnologías, incluso hasta para asignar tareas a sus alumnos.

Premios Dijo que con el reconocimiento que recibió el Día del Maestro se siente feliz y bendecida por Dios. Lo considera el mayor logro de su vida, pese a que su desempeño ha sido valorado en varias ocasiones. “Estoy muy agradecida de mi país porque creyeron en mí y me han concedido el premio”, expresó durante una entrevista que concedió a LISTÍN DIARIO.

Durante su ejercicio docente ha sido merecedora de varios reconocimientos por su contribución a la educación. En el 2003 fue premiada por el entonces presidente Hipólito Mejía, en el 2011 lo hizo el expresidente Leonel Fernández, y este año el presidente Danilo Medina.

Sin embargo, Ysabel Yolinda resalta que “todo lo que yo he hecho, hago y pienso seguir haciendo en educación nunca ha sido con miras a un premio, porque eso lo que hace es que estresa a uno y no le permite hacer las cosas por amor a la naturaleza, a mis estudiantes”.

Disfruta enseñar a los jóvenes a cultivar sus alimentos, trasladarse a un campo u otro lugar a sembrar árboles con un grupo de estudiantes, o darles un tours ecológico por la Laguna de Mallen del barrio Pedro Justo Carrión, de San Pedro de Macorís, que es su orgullo porque el liceo Gastón Fernando Deligne trabajó para rescatar esa área protegida.

LOS ORÍGENES DE UNA MAESTRA Ysabel Yolinda Thompson Nelkitts nació en el ingenio Consuelo, aunque su acta de nacimiento dice que fue en el Cristóbal Colón. Su padre, Samuel Agusto Thompson, fue técnico azucarero del ingenio Cristóbal Colón, y su madre, Evelyn Rosa Nelkitts, dirigía una banda de música de su iglesia y tocaba la trompeta. Sus padres son dominicanos, pero sus abuelos eran oriundos de la isla caribeña Saint Kitts & Nevis.

Su madre fue maestra por vocación, llegando a abrir una pequeña escuela en la que se alfabetizaron cientos de profesionales del Este del país.

De joven quería ser periodista y abogada, pero el formar parte de una familia de educadores la llevó a sentir amor por la educación. Es graduada de educación, mención biología y química, en la Universidad Central del Este (UCE).

Se inició en la docencia como profesora de inglés en el liceo José Joaquín Pérez (nocturno) de San Pedro de Macorís, en 1978; luego impartió lengua española, sociales y posteriormente fue encargada del área de biología y química, que fue la que estudió. “Ahí ganaba 5 pesos cuando había”, dijo.

Es la mayor de tres hijos. Se casó en 1983 con Ciriaco de la Cruz Gálvez, un oficial de la Policía Nacional que actualmente está pensionado.

Como experta en llevar su mensaje a los jóvenes, escribió dos canciones a ritmo de dembow, mediante las cuales les induce a proteger el medio ambiente y les enseña a amar la naturaleza.

El maestro Johnson Emilio Pringle Mc´Donald, director del liceo Gastón Fernando Deligne, define a la profesora Thompson como una educadora dedicada, entregada y preocupada porque sus enseñanzas sean asimiladas por los estudiantes. “Los estudiantes se integran con ese interés y amor, fruto del entusiasmo que ella le ha impregnado en su labor educativa”, dijo.

Ysabel Yolinda junto a sus estudiantes Juan Ramón de la Cruz, Pamela Sánchez y Katiusca Solano, quienes la calificaron como una educadora muy creativa al momento de enseñsar, que se ocupa de que los estudiantes asimilen los conocimientos. "Dinámica, se sale de la rutina, es una excelente maestra", dijeron.

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