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EN SANTIAGO SE COMENTA

Apeco

Cuando Julio César Valentín era presidente de la Cámara de Diputados, patrocinó varios libros; también a muchos artistas del pincel dominicano mostraron sus obras e hicieron algo de dinero gracias a las compras de sus pinturas. En mi terraza conservo varios de estos libros que están muy de moda, auspiciados por el Banco Popular y el Banco de Reservas. Uno de estos días me encontré en la mesa del centro de la terraza uno muy interesante de Apeco, que patrocinó Valentín. Apeco murió hace algunos años y dejó este legado cultural, él era un artista de la fotografía, este ejemplar posee tantas fotos para la historia, que uno recuerda casas coloniales, calles, bautizos, bodas y quince años de personas de la alta sociedad. Apeco era el fotógrafo de los ricos de entonces y en este libro hay muchos recuerdos.

¡Ah, los niños!

Señores qué situación más estremecedora, los niños nunca mienten, pero hay niños que han ocasionado disturbios en ciertos matrimonios de la región norte con su noble sinceridad. Resulta que un padre asustadísimo quiso confesar a su familia que por una casualidad tuvo un niño fuera del matrimonio, de lo que se arrepintió supuestamente, pero el infante no tiene la culpa, el padre cuando el niño crece lo asocia con su familia, bien por él. Entonces la esposa e hijas adultas, luego de un gran malestar aceptan la visita del niño, cuyo padre se supone no solía ver a su joven y bella madre. Estando en el almuerzo, niño al fin con toda la espontaneidad del mundo, luego de sentirse aceptado y querido, esta criatura de pocos años expresa de la forma más ingenua. “El diache a mi papi si le gusta dormir”, lo que dejó cierto aire de sospecha y suspenso. Acto seguido el bello chico de la forma más natural comenta: “Cuando mi papá se duerme en mi casa ronca como un toro, jajajajaja” Hasta ahí llegó la comprensión y el amor. El rico empresario, juguetón fuera de casa, ha tenido que aumentar la dosis de la pastilla, a tal punto que llegó el divorcio.

Fe María

Fe María es una chica coqueta, sobria, elegante, encantadora, no ha perdido su dulzura de mujer santiaguense, adora a Santiago, su pueblo, es la amada esposa de Edmundo Aja, querido empresario hotelero. Forman una pareja sensacional, disfrutan la vida como nadie, en sus años de soltería llevaba un corte de pelo muy chic, corto, en los últimos tiempos lucía un pelo precioso, largo, ahora sorprende con su pelo corto otra vez y todos les quedan muy bien. Fe María Franco de Aja es una dama agradable; a pesar de tener ya tiempo viviendo en la capital del país, visita con muchísima frecuencia su ciudad natal.

Hotel Casa de Campo

El Hotel Casa de Campo es un encanto, tuve la oportunidad de ir muchas veces para el verano, los niños estaban pequeños y mi amiga Sandra López era la relacionadora pública. Por muchos años me invitaba al campamento de verano de los niños, muy divertido.

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