El cine detrás de las rejas

La película “Carpinteros”, de José María Cabral, se une a otras producciones del cine local en las que se han desarrollado escenas o por completo, tras las rejas de una prisión. La más lejana de que tenemos memoria es “Perico ripiao”, de Ángel Múñiz, estrenada en 2003 y en la que Raymond Pozo, Phillip Rodríguez y Manolo Ozuna se escapaban de una cárcel durante los años 70. Pero la de Múñiz, más que carcelaria es una “Road Movie” muy bien lograda. La que sí se desarrolla dentro de una prisión y muestra la crudeza de estos lugares es “La cárcel de la Victoria: El cuarto hombre”, de José Enrique Pintor. En esta película de 2004, y protagonizada por el español Paco Luque, este hacía el papel de un hombre que entraba a la cárcel para vengar la muerte de su hijo. El tercero en presentar un espacio como este fue Fernando Báez, quien en 2012 estrenó “El rey de Najayo”. Con la actuación principal de Manny Pérez, este filme mostraba las comodidades que tienen los reos privilegiados. Pero este es un tema que ha sido tratado muchas veces a lo largo de la historia del cine. Uno de las más recordados filmes es “The Great Escape”, (1963), de John Sturges, y con Steve McQueen, James Garner y Richard Attenborough como prisioneros de guerra. En este se ve un rasgo distintivo de este tipo de producción y es la lucha por escapar, algo que sería visto también en “Escape from Alcatraz”, de Don Siegel y con un Clint Eastwood planeando salir de “La roca”. Pero también estos filmes han buscado mostrar lo corrupta que es la vida dentro de esos muros. Fue el caso de “Brubaker”, (1980), de Stuart Rosenberg, con Robert Redford, o “Lock Up”, de John Flynn, y en la que Sylvester Stallone sufría la ira del director de la prisión. A estas se añaden otras como “Sueño de fuga”, (1994) de Frank Darabont, o las sensuales películas de cárcel de mujeres, protagonizadas por Pam Greir de los años 70 o la mexicana con Alberto Rojas “El caballo”.