Los siete contra Tebas

Las tragedias de Esquilo (año 467 A. de C) han llegado a nuestros días gracias a la visión de escritores y cineastas, quienes en distintas épocas las han adaptado, enriqueciéndolas o minimizándolas, según el talento de cada quien y el grado de compromiso con la eficacia estética que le puedan añadir.

Son tragedias puras de la mitología griega. Tragedias que no han sido superadas y siguen estremeciendo al ser humano de distintas generaciones.

De todas ellas “Los siete contra Tebas” se convirtió en el episodio dramáticos preferidos por dramaturgos y cineastas de todos los tiempos. El episodio parte de un evento real que fue incluido por Sófocles en su serie “Edipo” que recogió la historia de “los siete contra Tebas.”

La versión original de Esquilo, forma parte de una tetralogía que contiene la tragedia “Layo”, y el drama satírico “Esfinge”. De estas dos últimas, lamentablemente, no se tienen noticias.

Con “Los siete contra Tebas”, su autor obtuvo el primer lugar en los juegos Dionisias, la máxima distinción literaria otorgada a un escritor en la antigua Grecia.

Sófocles hizo una adaptación de esta obra y la incluyó en una de sus series, con el mismo título aportado por su autor original.

Su sinopsis comprende el asedio de la pacífica ciudad de Tebas por siete paladines, que la mantuvieron en zozobra hasta que esta pudo derrotarlos, no sin antes pasar una serie de calamidades dentro de sus muros llenos de historia y sabiduría.

Incesto, litis entre hermanos, amores mal correspondidos y sed de venganza fueron las causas que provocaron el asedio y la muerte en esta tragedia que ha llegado a nuestros días vestida con diversos ropajes, sobre todo comerciales, y que amenaza seguir adelante como lo que es: una gran obra literaria.

De la literatura, el drama de Esquilo pasó al cine, y quien lo inmortalizó en la gran pantalla fue Akira Kurosawa, partiendo (y respetando) el sentido de la tragedia griega. En su obra nos ofrece un fresco casi fotográfico del Japón del siglo XVI. Las costumbres, sentimientos, e ideas propias de la época están reflejadas en la pantalla: una comunidad de campesinos emplazada por un señor feudal que pretende arrebatarles sus tierras para que se las entreguen en un plazo de tiempo determinado, so pena de exterminarlos; y un pequeño grupo de esos humildes que, con sus escasos recursos, contratan a siete samuráis para que los defienda del poderoso terrateniente.

Kurosawa explora en su filme algunos aspectos de la condición humana, desde la cobardía inicial de los campesinos, hasta la paciencia y valentía de los samuráis, y los sentimientos de honor y amistad. Algo importantísimo en la obra fue la configuración sicológica de unos personajes carismáticos. Pero de este filme hablaremos próximamente.