Pantalla grande
El cine en RD da otro paso
La realidad y la magia que pueda ver un niño de siete años se mezclan en “Reinbou”, que han dirigido David Maler y Andrés Curbelo, la sexta película de factura local que se hace pública en los escasos dos meses y medio que van de este 2017.
La primera producción que realiza Cacique Films, que tiene al frente a Nashla Bogaert, David Maler y Gilberto Morillo, es una película bonita.
Lo de contar las historias a través de los ojos inocentes y creativos de los infantes no es nuevo (“El laberinto del Fauno”, de Guillermo del Toro, parece haber sido uno de los referentes, tanto en lo visual como en el vestuario y efectos y la violencia y belleza que comparten ambas obras), y que en la presente ha sido bien tratado.
Ángel Maceta, quien vive en un campo de nuestro país y que no sabe quién es su padre, es el arranque de esta historia que desde que inicia muestra la inocencia y capacidad de fantasiar que tiene este niño, un buen trabajo del pequeño Erick Vásquez, quien encuentra una bola o canica, como el que encuentra un tesoro.
Y precisamente, en su pobreza, soñará que encuentra un tesoro al final del arcoiris al que da nombre la película, basada en la novela homónima de Pedro Cabiya,luego de encontrarse con un libro que sirve también de puente para explicar al espectador la historia pasada en flashbacks que ocurren cada vez que el niño lo abre.
Temporalmente ubicada en los años 1965, durante la intervención norteamericana, la historia pasada, y 1973, el presente que vive Ángel Maceta, puede acusarse de que en momentos podría resultar confusa, al momento de contar lo que ha pasado con Oviedo (Maler), o lo que hace todavía en nuestro país el militar estadounidense (Marc Neal-Horton).
Pero sobre todo el hecho de que, más allá de que el niño descubra la verdad de su origen y la felicidad que lleva al pueblo con sus constantes “hallazgos” de tesoros, a lo que cuenta le falta contundencia.
Por supuesto eso no opaca el bello trabajo que representa esta película, en la fotografía, responsabilidad de Marc Miró, el diseño de producción, de Rafi Mercado, quien también trabajó en el vestuario con Merydania Pérez.
A esto se añade el buen trabajo actoral en sentido general, lo que acusa una labor importante de Maler y Curbelo.
Esto sobre todo en cuanto el niño Erick Vásquez, y su gracia convicente, columna vertebral del filme.
Otro que brilla es Geraldo Mercedes (El cuervo o Cara-Maná) quien da el peso justo a su personaje, en un excelente trabajo intepretativo. Correctos David Maler, Nashla Bogaert y Héctor Aníbal.
PUNTOS CLAVE “El resultado que verán en pantalla es el de un equipo grande de personas que entregó su corazón y le dio vida. A partir de este momento Reinbou les pertenece”, expresó la actriz y productora de Cacique Films, Nashla Bogaert, previo a la proyección del filme que contó con el auspicio de Jumbo y Centro Cuesta Nacional.