Competencia urbana de mansiones y penthouse

Muchos de los artistas urbanos ya no hablan de pegarse en la radio ni de las fiestas que hacen, sino de quien tiene la mansión más lujosa o el penthouse de mayor costo. Mozart La Para, por ejemplo, posee cinco apartamentos y vive en un lujoso penthouse. Aquel joven que improvisaba en años anteriores en los callejones de los barrios más pobres de la capital, hoy en día es uno de los exponentes más cotizados de la industria musical, y además, es el único que ha sido firmado por dos cantantes de talla internacional, tales como Jay-Z y Romeo Santos.

Sin embargo, no es el único que puede vociferar a los cuatro vientos que lleva un estilo de vida de ensueño.

También se encuentra El Mayor Clásico, otro de los populares cantantes del género urbano, quien adquirió el año anterior una mansión valorada en 30 millones de pesos; cifra que no cualquiera puede darse el lujo de decir que puede gastar para un inmueble.

A menudo, en las entrevistas y debates que se escenifican en el programa radial urbano “Alofoke Radio”, son ventiladas discusiones sobre quién es el artista con más bienes y cuál genera mayor dinero encima de una tarima.

Antes las competencias solían realizarse en “tiraderas” o indirectas musicales; ahora se hacen por Instagram, donde se cuelgan fotos con lujosas terrazas, piscinas y casas monumentales. Cada imagen viene con un comentario de arremetida contra otro cantante en contienda.

El Alfa, quien tiene varios años en “guerra” con El Mayor, afirma que su ostentoso apartamento tiene un costo de 12 millones de pesos; además de varios vehículos que posee, cuyos precios oscilan en varios milloncitos más. Sin duda, puede definirse como un auténtico millonario.

Por su parte, el Lápiz Conciente, siempre alardea que recibe solo por concepto de bailes en el país y el exterior, descargas de sus temas en internet y “regalos” que le hacen “amigas” y “panas”, decenas de millones de pesos.

Mientras que Toxic Crow, con quien ha rivalizado en más de una ocasión, dice poseer varios condominios a su nombre; convirtiéndose así en un modelo de empresario urbano.

Aparentemente, para el artista de la calle, el problema monetario dejó de ser un inconveniente constante en la industria de ese género. Ahora, la competencia es por el inmueble más lujoso.

Hay que esperar con qué sorpresas saldrán los intérpretes este año. Cuál será el cantante que comprará la mansión de 50 millones de pesos o quién se convertirá en el próximo “jeque urbano”.

El tiempo dirá si todo es “fantochería” o si de verdad está naciendo una nueva “oligarquía de la calle”.