Música
Una combinación musical exitosa
Merenguero. Héctor Acosta “El Torito”.
La cartelera musical que presentó Sambil en su centro de convenciones el pasado viernes era atractiva.
El concierto “Mi Primer Millón” tenía como protagonista a dos géneros diferentes representados por dos grupos musicales que se han mantenido en el gusto del pueblo. Uno por más de 15 años, Héctor Acosta, El Torito, y otro grupo más joven, Chiquito Team Band, pero con una pegada envidiable desde su salida.
La salsa abrió la velada en la que el público que asistió era diverso. Unos más jóvenes, otros más adultos pero todos con el mismo deseo de pasarla bien. Por la cantidad de gente la pista principal casi fue anulada, pero eso no limitó a los salseros a pararse y dar sus pasos en los pasillos del centro de convenciones.
La orquesta liderada por Manuel y Chiquito está compactada. Cada artista hace su trabajo y hasta cada músico hace lo suyo para que todo suene como debe ser. El repertorio les permite durar más de hora y media en escena y la gente canta, baila, les hace fotos, en fin... sin duda que le han dado un nuevo sonido a la salsa dominicana que gusta a jóvenes y adultos.
Dafne Guzmán hizo de presentadora de la noche y subió para anunciar al segundo invitado. Ella lo bautizó como el artista del pueblo y los presentes lo aplaudieron.
El Torito subió casi a las 12 de la noche para interpretar más de 12 temas sin dejar de lado las bachatas, entre las que cantó “Corazoncito enfermito” no se podía quedar. La gente demostró que el merengue es el rey en las fiestas. Más de hora y media el merenguero puso a bailar a los presentes una tras otra. Los pasillos no daban abasto. Sin dudas que fue una combinación musical exitosa la que se presentó el pasado viernes en Sambil donde más de 1,500 personas disfrutaron de la salsa, el merengue y la bachata hechos en casa por dos grandes representantes musicales.
(+) DINÁMICA DE SAMBIL El lugar estaba lleno, la gente parada, eso no les importó. Querían estar dentro así fuera que no tuvieran asientos. Y, aunque la dinámica de Sambil para poder entrar al concierto pudiera facilitar para muchos la entrada (si comprabas mil pesos en la plaza te daban una boleta), lo cierto es que si los grupos musicales no representan una opción atractiva, no creo que nadie se moleste en acudir a la cita.