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CINE

La música en el cine

La instrumentación debe ser constante en el filme para darle uniformidad a la musicalización, a menos que sea una decisión del director para causar un efecto en la audiencia.

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Josean JacoboEspecial para Listín Diario

Contar una buena historia es importante en la pantalla grande, pero de la forma en la que se cuente influye enormemente a la hora de transmitir una emoción al espectador. Es por ésto que uno de los aspectos más influyentes en la transmisión de sensaciones es la música?.

La música hace que el espectador sienta cosas sin darse cuenta de que las está sintiendo, ni por qué las está sintiendo, por lo tanto es una herramienta sumamente poderosa que tiene la producción o el director para “manipular” los sentimientos y alterar los sentidos.

Cumple un sin número de funciones en la industria del cine desde funciones físicas (cosas que suceden en el momento), psicológicas (adentrándose en la psicología del film o de los personajes), geográficas (acentuando el lugar geográfico donde se desarrolla el film), históricas (ambientando al espectador en la época), hasta funciones técnicas, porque aunque usted no lo crea, la música es ocasionalmente empleada en Hollywood hasta para tapar errores de edición y pasen desapercibidos.

La música debe de ser congruente con lo que está sucediendo y debe permanecer en un segundo plano. No puede ser el centro de atención, debe sutilmente ir llevando al espectador a sumergirse en la historia sin que se de cuenta.

También la instrumentación debe ser constante en el film para darle uniformidad a la musicalización, a menos que sea una decisión consciente del director o de la producción para causar algún efecto en la audiencia.

Digamos que hay un momento en la película en la que un personaje intenta ayudar a su mejor amigo. Lo lleva a un bar, le sirve de psicólogo y le aporta una ayuda económica. A la hora de musicalizar esta escena hay que escudriñar la mente del director por los diferentes significados psicológicos que la música pudiera transmitir en ese cue. Quizás el director quiere transmitir la generosidad del personaje al ayudar a su mejor amigo. Quizás decida enfatizar con la música la ingratitud del mejor amigo.

Tal vez quiera remembrar las tantas veces que fueron a ese bar juntos, o a lo mejor quiera establecer una relación entre los dos personajes, musicalmente hablando. En todas esas posibilidades hay una música diferente que descubrir, por lo tanto la musicalización de una película debe gozar de un constante intercambio de ideas entre el director y el compositor.

En Hollywood se utiliza mucho lo que le llaman “temp tracks”, que son musicalizaciones de prueba que hace el compositor para recibir un “feedback” del director y tomar la temperatura para ver qué tan lejos o cerca está la música de lo que se quiere transmitir.

En Hollywood, este proceso dura un mínimo de tres meses desde el momento que se comienza a componer música, hasta que se entrega un producto final. Es el trabajo de nosotros los compositores plasmar lo más fiel posible la idea del director o de la producción y convertir la música incidental en una gran atmósfera que arrope el film para ayudar al espectador a adentrarse en él de una manera inconsciente. Las academias nos enseñan una serie de reglas y técnicas muy útiles para ayudarnos a conceptualizar y para facilitar el proceso de composición de la música incidental. Nos enseñan que hay dos tipos de scores (musicalizaciones).

El score temático vs el score climático. Un score temático es el que mediante una melodía muy clara y reconocible se establecen los personajes principales, o las relaciones de los personajes, o la ambientación del film. Un ejemplo bastante claro de esto son los scores de John Williams.

Cualquier persona pudiera reconocer y hasta cantar la melodía de Indiana Jones por ejemplo, o el tema principal de Star Wars, o la marcha imperial cada vez que aparece Darth Vader. Esos son scores eminentemente temáticos, como el caso de “Indiana Jones”, que escuchamos claramente como John Williams “juega” con la melodía de Indiana y la lleva a cualquier contexto en cualquiera de las películas de la saga para resaltar cualquier situación en la que se encuentra el personaje. Todo lo opuesto ocurre con el score climático, en el cual se establece una “atmósfera” musical en donde se transmite un poco más “abstracto” lo que está sucediendo. Es más una “vibra” musical que va llevando y envolviendo el film. Uno de los maestros del score climático es Danny Elfman, y lo escuchamos claramente en “Batman”, de 1989, o en la primera “Spiderman”, dirigida por Sam Raimi, o en todas las películas de Tim Burton en donde notamos que hay una decisión consciente de parte del director o de la producción de crear una ambientación de diferentes sensaciones para darle vida a un mundo ficticio, en lugar de usar melodías precisas para anunciar las situaciones de los personajes.

Lo importante es saber cuál tipo de score utilizar a la hora de musicalizar una película, y queda claro que esa información sólo está en la mente del director, o de la producción.

(El autor es músico, compositor y estudió composición de música para cine).

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