La acostumbrada calidad

Juan Luis Guerra regresó al anfiteatro de Altos de Chavón. Pero claro, no volvió solo, sino acompañado de su orquesta, 4-40, que como de costumbre hizo honor a su nombre con la afinación perfecta, en una interpretación de cada tema fiel a las grabaciones de los discos.

A las 9:00 de la noche del sábado pasado subió la banda que entonó de inmediato los acordes de “Cookies & Cream”, tema que también abre su último disco, “Todo tiene su hora”. Y al instante apareció el largo cantautor, en una cabina telefónica colocada en medio de los músicos.

Solo eso hizo falta para que la audiencia, que llenó el anfiteatro, se pusiera de pie y cantara y bailara con Juan Luis casi todo el repertorio que llenó las casi dos horas que duró el espectáculo.

Luego de “La bilirrubina”, “Ojalá que llueva café” y “La llave de mi corazón”, Juan Luis agradeció la presencia del público y manifestó el placer que sentía de iniciar su nueva gira, que empezará de manera oficial en Madrid, España, el próximo 17 de julio.

La música no tuvo pausa en un escenario que contó con pantallas led en las que se proyectaban imágenes que reforzaban la propuesta musical así como también, escenas de algunos videos de las canciones.

La noche transcurrió entre merengues, bachatas y salsas, de amor, a la fe cristiana, compuestas por Guerra, quien al introducir “Mi bendición”, llamó a no maltratar a la mujer. “Vamos a cuidarlas”, sostuvo el artista, al tiempo que dedicaba palabras de amor a su esposa Nora, con quien mencionó tener 29 años de casados, y quien estuvo presente en el público.

El repertorio dio prioridad a las canciones del nuevo disco, “Todo tiene su hora”, del que fueron interpretadas ocho de las diez canciones. Y es que tres décadas de carrera y 13 álbumes de estudio no pueden resumirse en una veintena de canciones en un concierto de dos horas.

Pero para resolver esto hubo varios segmentos de temas, el primero de salsa. En este se interpretaron trozos de “Dime Nora mía”, “Razones” y “Carta de amor”. El otro fue de bachata, en el “encore” del concierto, y que trajo un “midley” con “Estrellitas y duendes”, “La hormiguita”, “Bachata en Fukuoka”, “Que me des tu cariño”, “Bachata rosa”, “Frío, frío” y “Burbujas de amor”.

Un concierto animado en el que los músicos forman parte del show, como cuando los dos percusionistas se unieron a los cantantes, Kiko Rizek y Roger Zayas, para bailar la canción “El Capitán”, o el maravilloso solo de gu¨ira y de tambora, ambos momentos ovacionados por la audiencia.

En la canción “De Moca a París”, que Juan Luis grabó a dúo con Johnny Ventura, el “Caballo” apareció con su estilo en un video que fue proyectado en las pantallas gigantes.

Música por una buena causa Hacía 15 años que Juan Luis Guerra y 4-40 no se presentaban en el anfiteatro de Altos de Chavón. El espectáculo, que se celebró el pasado sábado, fue organizado por Casa de Campo Resort.

Los beneficios económicos recaudados en este espectáculo serán destinados a la Fundación Juan Luis Guerra, entidad que trabaja con niños y ancianos de escasos recursos. Antes del concierto fue presentado en las pantallas gigantes del escenario un corto documental del trabajo que realiza esa fundación.

Una de las cosas que extrañaron en el concierto de Juan Luis Guerra y 4-40 fue la presencia de su cantante femenina, Adalgisa Pantaleón.

Para los primeros meses del año entrante, Juan Luis Guerra ha anunciado un concierto masivo en el estadio olímpico Félix Sánchez para presentar su gira “Todo tiene su hora”.