Aguacates de Altamira

El aguacate es una fruta que constituye un recurso natural de distinción en el plato típico del dominicano. Antes de la llegada de los colonos al continente, este producto agrícola ya formaba parte importante en la gastronomía, dieta y alimentación indígena.

En la República Dominicana, a principio de noviembre de cada año, da inicio al fenómeno que se conoce como la fuga del aguacate, término utilizado en agricultura para describir la cosecha en gran cantidad del producto. En el país existen cuatro zonas principales productoras de aguacate, y actualmente este recurso está en el tercer puesto de productos de exportación americana. Existen países como Reino Unido, Canadá, Estados Unidos, España, Francia y Alemania que se convierten en destino de exportación.

El municipio de Altamira, en Puerto Plata, conocido como el “Diamante verde” y haciéndole honor a su nombre, por su riqueza en vegetación, es una de las zonas de mayor producción de aguacate a nivel nacional. Este sector, ubicado en la parte sur de la eterna Novia del Atlántico, colindando al mismo extremo después de atravesar el histórico túnel, con Navarrete, provincia Santiago y al norte con el municipio de Imbert, es el mayor productor de aguacate de la provincia.

Manuel Lendof, presidente de la Asociación de Productores de Aguacate de Altamira (APADA), explica que la variedad de mayor producción es el Semil 34, que ha sido cultivado tradicionalmente por su facilidad en cultivo, baja inversión económica y un alto beneficio, pero que este, en la actualidad está siendo remplazado por el popularmente conocido como “Popenoe Pelón” por caracterizarse por tener variación en el calendario de producción, ya que su cultivo o etapa productiva es de marzo a julio y las de las demás variedades es de noviembre a febrero, lo que facilita tener la temporada casi el año completo.

Lendof puntualiza que tuvo la oportunidad de probar diferentes tipos de aguacates en el Cuarto Congreso Mundial de Aguacate en México, y degustar de variedades “sabrosas”, pero ninguna como el aguacate producido en distintas lomas de Altamira, y que aunque la República Dominicana esté por debajo de muchos países del continente americano en el nivel de producción, es el país que produce la mejor calidad de este fruto.

En los años 2001 y 2002 la producción del aguacate se vio afectada por el hongo Phytophthora Cinnamoni y en el 2013 y 2014 por la sequía que azotó al sector agrícola; en la actualidad el municipio de Altamira cuenta con 14,000 hectáreas dedicadas a la producción de aguacate, y más de 73 productores registrados en la Asociación de Aguacateros; años antes se contaba con cerca de 200 miembros activos. El proceso de producción de esta joya comestible, tiene de un costo de 3,000 pesos por cada hectárea sembrada, que produce al redor de 30,000 unidades por cosecha.

Dionisio Nicasio (Marino), productor aguacatero y miembro de APADA, expone que el aguacate después de su plantación tiene una duración de 3 a 4 años para producir su primera cosecha y debe ser fertilizada, fumigada y en algunos casos regada. En el caso del brote de alguna plaga se utilizan insumos orgánicos para contrarrestar, porque en la zona se ha descalificado totalmente los pesticidas para el control de malezas. También explica que cuenta con variedades como Choquete, Carlas, Hass, Meléndez, Hall y Semil 34 y que en el proceso de selección para ventas se escogen primeros los aguacates sin marras especialmente para exportación y luego los desechados para ventas nacional en los mercados.

El aguacate en comparación con productos como el cacao y el café es el producto de mejor facilidad de producción y de cultivo, ya que requiere menos cuidados y es menos trabajoso a la hora de la cosecha.

Adelcio Hernández, mediador de exportación de aguacate (entre productores y empresas exportadoras), detalla que en el municipio de Altamira la producción es alta, “yo particularmente saco tres contenedores diarios y cada contenedor coge 36,000 aguacates”, aclara. Es decir que, por este solo mediador se recolectan más de 100,000 unidades diarias y anual más de seis millones, en esta zona de Puerto Plata. La mayor parte del producto se destina para exportación y la otra minoría se distribuye entre cadenas de supermercados.

(+) NECESIDADES Y FUTURO Hernández, quien compra el aguacate en casi todos los casos por cosecha, es decir, directamente de todas las plantaciones de los propietarios, pasando la producción de la temporada a sus manos, a un precio estimado, afirma que su mayor problemática es la falta de agrónomos en el municipio, destinados a certificar la calidad del aguacate, lo que le dificultad obtener el documento que acredita la buena calidad del producto para su exportación, es por ello que se ve en la necesidad de traer expertos en la materia desde otros puntos del país.

Los productores altamireños tienen como visión y reto crear una empacadora y centro de acopio, que en un futuro pueda tener las fuerzas para embarcar contendores de aguacate para la exportación ya que estas se están realizando gracias a la ayuda de mediadores que no son del municipio como Adelcio Hernández y otros.

El mayor inconveniente que enfrentan los productores y exportadores que trabajan en la zona, son las condiciones en que se encuentran las vías de acceso a las fincas, así como la falta de acoplamiento con los establecimientos comerciales.